La Junta Nacional Taurina quiere ir gratis a los toros

La Junta Nacional Sindical Taurina ha remitido a la Dirección General de Seguridad sus modificaciones al anteproyecto de reforma del reglamento de espectáculos taurinos confeccionado por este organismo. Hay algunas con base sólida y otras en que barren para dentro, en un amplio abanico que va desde hacer muy difícil que pueda oírse un aviso, hasta afanarse una especie de bula para entrar gratis a los toros. Quizá sea humano todo ello, sí, pero cabe esperar del Ministerio de la Gobernación, que aprobará, en su caso, el texto definitivo, con un juicio sereno y equilibrado para frenar todo tipo de proposiciones partidistas.A continuación, y en días sucesivos -puesto que el número de modificaciones es alto y no cabrían en una sola información-, recogeremos aquellas que interesen a los aficionados, porque pueden ser las que más repercuten en la concepción y desarrollo del espectáculo.

Categoría de las plazas. A las de Barcelona (Monumental y Arenas), Bilbao, Monumental de Madrid, San Sebastián (aunque ahora no haya allí), Sevilla, Valencia y Zaragoza, que ya figuraban como de primera categoría en el reglamento vigente, se añaden las de Córdoba y Pamplona. Las de segunda se mantienen todas, a excepción de la de Cartagena, que queda suprimida.

Enfermerías. Según la Junta Nacional Taurina (a la que denominaremos en lo sucesivo junta), los servicios de enfermerías han de ser dotados por la Seguridad Social. Los espadas podrán negarse a torear cuando las plazas no cuenten con enfermerías ajustadas a lo que el reglamento prescribe, sin pérdida, por otro lado, de los honorarios que tuviesen estipulados, los cuales serán abonados por la empresa como si hubiesen toreado. Son medidas -entendemos- que tienen un carácter ejemplarizador y pondrán coto a las carencias que en este orden de cosas se venían observando en determinadas plazas.

Capeas, etcétera. Proponen la prohibición de que se corran toros o vaquillas, ensogados o en libertad, por calles y plazas de las poblaciones, a excepción de los encierros de Pamplona, así como de «otros de análogas características y tradición». Esta medida podría acarrear el riesgo de que quedaran eliminadas de base muchas vocaciones toreras, pero la junta, con excelente criterio, aporta la novedad, que incluye en el reglamento, de que después de una corrida de toros, novillada con o sin picadores, o espectáculo cómico, en que se estoqueen como mínimo cuatro ejemplares, podrá celebrarse en el ruedo capea con reses despuntadas o emboladas. Creemos que esta propuesta debe ser recogida en el nuevo reglamento, siempre que haya una adición precautoria para el mejor orden de la capea. Certificado sindical. En el artículo 47 la junta añade un apartado, según el cual los lídiadores deberán contar con una certificación del sector taurino del Sindicato Nacional del Espectáculo, que les acredite como encuadrados en el mismo. Quizá no proceda tan exclusivista pretensión, pues en un futuro más o menos próximo los toreros estarán encuadrados en este sindicato.... o en otro.

Se trata, quizá, del humano barrer para adentro, que antes decíamos, el cual llega a gloriosos extremos en otro inciso que la Junta Nacional Sindical Taurina del Sindicato Nacional del Espectáculo hace al artículo 52 del anteproyecto: «Asimismo, tendrán acceso gratuito a la plaza todos los componentes de la Junta Nacional Sindical Taurina del Sindicato Nacional del Espectáculo.» ¡Y olé mi niño!