Ametrallan a un vigilante en el atraco a un banco

Un hombre muerto, otro herido y un botín de dieciséis millones, nueve de ellos, al parecer, destinados a pagar la nómina de una empresa del INI, es el balance de un nuevo atraco, realizado esta vez en la sucursal del Banco Hispano Americano,sita en la barriada de San Blas. La víctima, Policromio Chillón, de 51 años recibió siete disparos en la espalda cuando intentó volverse para ver a los cinco jóvenes que, armados con metralletas, les habían hecho tumbarse en el suelo mientras se apoderaban de la citada cantidad de dinero.

Sobre las diez menos veinte de la mañana de ayer, cinco jóvenes de edades comprendidas entre los dieciocho y los veintidos años penetraron en la sucursal que el Banco Hispano Americano tiene en la confluencia de las calles Albarracín y Emilio Muñoz. Hicieron tumbarse en el suelo a los tres clientes que se encontraban en ese momento, una mujer y dos hombres. al vigilante a quien le quitaron la pistola reglamentaria, y a los dieciocho empleados que trabajan en la entidad.Según se nos informó los atracadores que se encontraban bastante nerviosos saltaron el mostrador lateral y se apoderaron de dieciséis millones de pesetas que se encontraban dispuestas para ser trasladadas, al parecer. por la empresa Esabe.

Ráfaga de metralleta

Fue posiblemente entonces cuando el vigilante, Policromio Chillón, de 51 años, intentó volverse para ver lo que pasaba. Ante este movimiento uno de los jóvenes que le vigilaba disparó una ráfaga de metralleta y le hirió siete veces en la espalda. A consecuencia de los balazos, murió en el acto.

Antes de huir, los atracadores dispararon de nuevo e hirieron entonces, a uno de los clientes, Juan Pedro del Moral, de 42 años que gracias a un movimiento reflejo desvió el rebote de una de las balas con el dedo corazón, de la mano izquierda, motivo por el que la bala sólo hizo un rasguño en la cabeza del cliente. Otra bala atravesó uno de los ceniceros situados junto a la caja donde se apreció también otro rebote.

Según fuentes policiales, los atracadores huyeron en un Seat 124 de color crema, en donde les esperaba un sexto implicado que conducía el automóvil. Al parecer, la huida fue en dirección a la calle Julián Camarillo que une la calle Hermanos García Noblejas con la carretera de Canillejas.

Ante la rapidez del suceso, ninguno de los presentes pudo hacer nada para impedir el atraco. que parecía bastante estudiado. ya que una sucursal de las características de la asaltada no tenía en muchas ocasiones cantidades tan importantes como la sustraída. Según pudo saberse. el botín obtenido por los atracadores podría estar formado en su mayoría por la nómina de una empresa del Instituto Nacional de Industria, posiblemente la fábrica CETM. E que se encuentra en la calle Julián Camarillo.

Gestiones para la identificación de los atracadores

Avisada la Policía por la alarma bancaria que fue conectada momentos después de que huyeran los, atracadores, se presentó un coche patrulla que trasladó al herido Juan Pedro del Moral a la Casa de Socorro de San Blas, donde se le diagnosticó un estado de menos grave. Tras ser atendido por los facultativos del centro fue trasladado a la Dirección General de Seguridad para prestar declaración.

El vigilante asesinado llevaba cuatro meses jubilado de la Guardia Civil, estaba casado y tenia cinco hijos de edades comprendidas entre los nueve y los veintisiete años. Al parecer, los disparos le penetraron, en su mayoría, a la altura del tórax. El cuerpo fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, después del reconocimiento realizado por el Grupo V de la Brigada Criminal y el Juzgado de Instrucción.

Tanto los empleados como los clientes fueron asimismo trasladados a la Dirección General de Seguridad para intentar proceder a la identificación de alguno de los jóvenes que intervinieron en el atraco. Mientras, la entidad se cerraba al público y se empezaba a realizar el balance exacto de lo sustraído. Hasta el momento sólo se sabe que eran jóvenes y uno de ellos iba vestido con un mono azul de trabajo. Sin embargo, las distintas versiones no se ponen de acuerdo, ni en las características de las armas, ni en un primer momento sobre el número real de implicados en el atraco. Estos datos, que se espera hayan quedado aclarados con las declaraciones de los testigos no pueden ser avalados por ninguna filmación ya que la entidad bancaria no poseía cámara. Uno de los directivos de la central del Banco Hispano Americano manifestó, sin embargo, a los periodistas, que «se cumplían las normas de seguridad bancaria».