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Abogados madrileños trataron de negociar con los GRAPO

Diversas personas iniciaron el pasado martes, por encargo del Gobierno, determinados contactos para tratar de negociar con los secuestradores del señor Oriol. Algunos intentos se han realizado a través de un grupo de abogados de Madrid, y no parecen haber dado ningún resultado hasta el momento. Las bases de esta posible negociación se asentaban sobre la posible negativa del Gobierno a conceder la liberta d a los quince presos que citaba el GRAPO en su primer comunicado. Pero muchos suponían que se podría conceder a cambio de la vida del señor Oriol, salvo conductos para el traslado a Argelia de los secuestradores y algunos otros miembros del GRAPO y del PCE (R).

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El pasado día 14, martes, un conocido abogado de Madrid -cuyo nombre callamos por obligada discreción y por motivos de seguridad- recibió un recado con la voluntad negociadora de las autoridades y de la familia. El abogado, que no había intervenido profesionalmente en ningún caso relacionado con los GRAPO (Grupos Revolucionarios Antifascistas Primero de Octubre) ni del PCE (r) (Partido Comunista de España) (reconstituído), antecedente del primero, sugirió la necesidad de que la posible, negociación fuese encomendada a letrados que hubiesen tenido relación con dichos casos. Se aceptó la sugerencia, e inmediatamente tomaron las riendas del tema tres abogados de un despacho madrileño.Básicamente, se trataba de hacer saber a los secuestradores que no serían aceptadas todas las condiciones propuestas por los GRAPO en su primera nota (liberación de quince presos pertenecientes a distintas organizaciones políticas). Sin embargo, podrían concederse salvoconductos para llegar a Argelia a los secuestradores y para otros supuestos miembros del GRAPO y del PCE (r), identificados, pero no detenidos ni juzgados. Incluso se estaba dispuesto a estudiar la posibilidad de acceder a liberar a, algunas de las personas de las citadas en la lista, aunque a ninguno perteneciente a ETA.

Mayor amnistía

También se trataba de hacer llegar a los secuestradores la intención gubernamental de ampliar la reciente amnistía. Por supuesto, se exigía garantías concretas de que el señor Oriol estaba vivo para iniciar la negociación.

Por último, los abogados sugirieron la conveniencia de que las negociaciones no se realizaran de forma directa entre ellos y el Gobierno, sino que éste delegara en alguna organización internacional como la Cruz Roja o Amnesty International. Ayer mismo, la primera de las instituciones citadas hizo público un comunicado, cuya difusión solicitaba, en el que se decía:

«La Cruz Roja Española hace un llamamiento urgente, basado en razones humanitarias, al grupo que ha secuestrado a don Antonio María de Oriol y Urquijo -presidente de la Cruz Roja Española durante diez años-, para que acceda a su liberación en el plazo más breve posible y se ofrece incondicionalmente para realizar todas las gestiones que sean necesarias para facilitar esta operación.» La nota señala el domicilio de la entidad, en Eduardo Dato, 16, y el número de teléfono 4102026.

En París

Los abogados madrileños ¡ni ciaron el mismo martes las gestio nes para entrar en contacto con los secuestradores. Uno de ellos estuvo a punto de trasladarse, esa misma noche, a París para contactar con la embajada argelina en la capital francesa y con dos supuestos miembros del GRAPO cuya presencia allí estaba asegurada. El viaje no llegó a realizarse.

Entretanto, y en Madrid, otros dos letrados trataban de hablar directamente con los miembros del grupo secuestrador. Pudieron conseguirlo el mismo martes cuando en la redacción de EL PAIS se recibió una llamada dando cuenta de que el GRAPO había dejado un nuevo comunicado bajo la pata de un banco público en la avenida de la Ciudad de Barcelona. En nuestro periódico se había instalado un pequeno despacho donde, con la discreción posible, comenzó a trabajarse, en colaboración con algunos redactores, para tratar de obtener un contacto válido con los miembros del GRAPO que permitiera le negociación. Uno de los abogados habló desde EL PAIS con el portavoz de los secuestradores en la ocasión citada, y pudo decirle: «Somos un grupo de abogados. Queremos negociar en nombre de¡ Gobierno.» No hubo respuesta alguna de¡ portavoz a esta comunicación. En posteriores llamadas, las personas de la redacción de EL PAIS que las recibieron insistieron en el mensaje. En uno de estos últimos contactos, el portavoz contestó a la alusión hecha de una posible negociación: «No queremos dinero, ni poco ni mucho. Queremos que nuestros compañeros salgan cuanto antes.»

De forma paralela se utilizaban otros medios de posible contacto con los secuestradores. Algunas de las personas cuya liberación exigía el GRAPO fueron interrogadas, e incluso una de ellas, José Delgado de Codes, recluido en la prisión de La Coruña, y a quienes los aboga dos consideraban como un posible hombre-puente, fue trasladado a Madrid. Al parecer, antes de ha cerlo, dejó firmada una nota en la que decía que el traslado se realizaba contra su voluntad.

EL PAIS ha puesto en todo momento sus instalaciones a disposición de este intento de diálogo tendente a salvar la vida al secuestrado. Seis personas de la redacción colaboraron activa y discretamente con los negociadores designados.

Como al principio indicábamos, no existe ninguna certeza de que la negociación haya tenido algún resultado, parcial o total. Existe constancia de que todas las personas encargadas de tan delicada misión han gozado de completa inmunidad para que se facilitase al máximo el feliz desenlace de la operación.

En el transcurso de¡ día el embajador de Argelia en Madrid, señor Kelladi, se entrevistó con el ministro de Asuntos Exteriores español, Marcelino Oreja, en el palacio de Santa Cruz. Posteriormente, el señor Oreja acudió a la sede de la Presidencia del Gobierno y mantuvo una conversación con el señor Suárez.

Nuestro corresponsal en París, Feliciano Fidalgo, nos informa que no ha sido posible confirmar en la capital francesa la posible participación de la embajada argelina en aquel país en relación con las negociaciones para la liberación del señor Oriol.

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