Nuevo fracaso electoral del laborismo británico

La mayoría laborista en la Cámara de los Comunes ha sido reducida a un solo escaño después de las elecciones parlamentarias de Cambridge, ganadas por el candidato conservador. Ahora el Gobierno cuenta con el apoyo de 314 diputados, mientras que la oposición tiene de su lado a 313. La nueva derrota laborista es un reflejo de la división que muestra el partido, según su secretario general, Ron Hayward.

Hayward estima que esta desunión, que en muchos casos propicia la abstención de los votantes laboristas, puede superarse pronto, antes de que se produzca la elección del puesto que hasta ahora ocupa Roy Jenkins, el ex ministro del Interior y próximo presidente de la Comisión Europea (órgano ejecutivo de la CEE).Los laboristas no atribuyen el fracaso de Cambridge, donde votó menos del 50 % de la población, a la falta de popularidad que generalmente tiene en el país el partido que está en el poder, sino a las dificultades que ha tenido James Callaghan, el primer ministro, para imponer su liderazgo.

La desunión del Partido Laborista, en este momento, es una consecuencia de los problemas económicos que el Gabinete intenta resolver pasando por encima de lo que la base del partido ha acordado como política aseguir durante el periodo de Gobierno. El recorte del gasto público, cuyas dimensiones se desconocen todavía, no sólo mantienen en vilo a los financieros internacionales, que no han abandonado su sentimiento de desconfianza hacia la economía británica.

Pero Callaghan no tiene más remedio que seguir adelante con su estrategia económica deflacionaria, porque de ella depende el crédito internacional que ha pedido para mantener la firmeza de la libra. Este mes tiene que pagar el Banco de Inglaterra la parte final del préstamo que consiguió en junio de varios países occidentales. Por esta razón, las reservas británicas, que durante el último mes aumentaron en 274 millones de libras hasta situarse en 3.118 millones, volverán a ser deficitarias en enero, y para esa fecha el Gobierno necesita el crédito que ha solicitado del Fondo Monetario Internacional, cuyas condiciones han creado la controversia dentro del Partido Laborista.

La victoria en Cambridge ha hecho decir al presidente de los conservadores, lord Thorneycroft, que una vez más se demuestra que el país nos ve como el único Gobierno que podría salvar a Gran Bretaña de su crisis económica. El candidato «tory» que ganó la elección, el profesor Rhodes James, obtuvo un 10 % de votos más que su predecesor en el escaño, que también era conservador.