Las presiones del FMI dividen al Gobierno británico

Las presiones que el Fondo Monetario Internacional ejerce sobre el Gobierno británico para que reforme su estrategia económica han terminado dividiendo al Gabinete laborista, algunos de cuyos ministros se han mostrado ya públicamente en desacuerdo con las condiciones que el FMI pretende imponer para conceder el préstamo de 4.000 millones de dólares que ha pedido el Banco de Inglaterra.Al parecer, el paquete de condiciones ya ha sido presentado a Denis Healey, ministro británico de Hacienda, quien lo ha estudiado durante el fin de semana con destacados representantes del FMI y con el secretario americano del Tesoro, que ha estado en Gran Bretaña. La oposición del ala izquierda del Gabinete a los recortes salvajes que se le han sugerido al ministro Denis Healey es una consecuencia de la campaña llevada en el país para obligar al Gobierno a buscar alternativas al préstamo del FMI. Ahora se cita la posibilidad de acudir de nuevo a países individuales en busca de una ayuda económica con la que apoyar la estabilidad de la esterlina en el mercado exterior.

Uno de los ministros que se oponen al nivel de reducciones que sugiere el FMI ha dicho que tal recorte «sería una locura en las circunstancias en que vive Gran Bretaña».