"El Banco de España no es el único responsable de la inflación"

Aunque los empresarios tengan bien claro que la política monetaria no es la única responsable del control de la inflación, José María López de Letona, gobernador del Banco de España tuvo algunas dificultades para explicar este punto ante directivos de empresa y de bancos, en el almuerzo organizado por Acción Social Empresarial para tratar el tema de política monetaria.

«Está claro que a la política monetaria no se le puede atribuir sólo el papel de luchar contra la inflación», dijo repetidas veces López de Letona. Hay que contar también con la política fiscal, política de rentas, de precios.... y, sobre todo, las autoridades monetarias han de actuar de forma coherente con las directrices del Gobierno. A lo largo de 1976, los objetivos de la política económica han variado en dos o tres ocasiones. En un principio el Banco de España fijó en un 18% la posible expansión de las disponibilidades líquidas en el primer semestre, fijando para el segundo semestre una expansión del 20 %, porque se creía que la actividad económica iba a ser más intensa. Sin embargo, en la primavera de este año y coincidiendo con un rebrote inflacionista, las autoridades decidieron restringir la tasa de expansión de las disponibilidades líquidas entre el 18 y el 16,5 % para tratar de frenar aquellos impulsos de la inflación. Efectos que se empezaron a notar durante el verano con mayor agudeza. En agosto se modifican los objetivos de política económica y se vuelve al 20 %, y en septiembre, a un 21 %. Esta es la tasa de expansión coherente con una tasa del 24% del sector privado. De esta forma, la expansión del crédito en el conjunto del año será algo menor al 24 %, señaló López de Letona.Estos cambios en los objetivos de política económica, y por tanto, en política crediticia, fueron cuestionados por algunos empresarios que mostraron su incertidumbre ante el movimiento especulativo de ciertos bancos y ante la incapacidad de las empresas para recibir dinero, o bien recibirlo a precios muy altos.

López de Letona aclaró que las autoridades monetarias establecen sus objetivos para un ejercicio, pero si ocurren hechos imprevistos (como la devaluación de la peseta en febrero y el disparo del coste de la vida en mayo) tienen que incluir modificaciones en la política monetaria. En cualquier caso, el Banco de España no puede tener una política a largo o a medio plazo sobre estos objetivos, porque el comportamiento de la actividad económica es variable y es evidente la relación que existe entre dicho nivel (tasa de crecimiento del PNB) y la cantidad de dinero.

Respecto al incremento que ha experimentado el índice de expansión de las disponibilidades líquidas en los últimos meses, el gobernador del Banco de España hizo una detallada exposición y justificación del tema. En el último trimestre de este año el incremento de la masa monetaria representará 327.000 millones de pesetas, mientras que durante los nueve primeros meses fue de 370.000 millones de pesetas. Esto produjo la impresión -dijo López de Letona- de que el Banco de España dio recientemente rienda suelta al crédito, sin tener en cuenta el peligro que esto implica para la inflación. «De un modo terminante tengo que decir que esto no es cierto.»

Aquellas cifras no significaban un apoyo a lo loco al crédito -añadió-, sino que obedecen a que estacionalmente en los últimos tres meses del año crece mucho más rápido que en los nueve primeros meses. En octubre la expansión del crédito fue superior a la que el Banco de España había previsto en 12.000 millones de pesetas.

No queremos crear agobios de crédito en el sector privado, pero tampoco el Banco de España es responsable único de la inflación. Con todo ello, se ha conseguido reducir las tensiones de liquidez y aumentar los excedentes bancarios de caja, subrayó López de Letona. El crédito al sector privado en 1976 no será superior -en términos medios- al de 1975, aunque la actividad ha sido mayor que la del año pasado.

Al final del coloquio, un representante de Acción Social Empresarial señaló que la definición de una política económica general -tema que preocupa de verdad al empresario- sigue estando en el aire.