_
_
_
_

Cuatro equipos periféricos delante del Madrid

Se veía venir; ha bastado la aprobación de la reforma, defendida desde el Gobierno por el ministro barcelonista señor Lavilla, para que cuatro equipos periféricos se hayan colocado por delante del Madrid y que el Atlético, que a nivel directivo tira a bunker, haya perdido la cabeza de la Liga en favor del Valencia. Para acabar de arreglar la cuestión, el Español, que siempre ha sido bien visto desde la Casa Blanca abusó en Sarriá de un decadente Madrid al que esta vez no salvó ni Pirri. Don Santiago Bernabéu, que una vez dijo que admiraba a Vilá Reyes -lo dijo antes de lo de los telares sin lanzadera- porque en Barcelona presidía un club llamado Español, no podrá hacer lo mismo respecto a Meler, que encima, por dos veces, se ha negado a traspasar a Solsona.Por una vez el Español ha actuado al estilo instancia unitaria, es decir, sin el suplica y el Dios guarde a usted muchos años. Por una vez culés y periquitos han podido confraternizar en la fuente de Canaletas. Por una vez, del triunfo del Español se han alegrado los barcelonistas.

Santiago Bernabéu le decía un. día a Sánchez Bella, que es madridista y asiduo a la tribuna: « La cosa no tiene arreglo.» Sánchez Bella, que era más optimista, insistía en que sí. Bernabéu que fue cabo en la guerra civil, le dijo:

«Cuando entrábamos en los pueblos catalanes la gente se escondía dentro de las casas y los viejos, al vemos, lloraban. Y cuando un viejo llora, la cosa no tiene arreglo.»

Bernabéu ya preveía esto. Encima, el Español. Y además, la prensa madrileña le da beligerancia a la oposición. Claro que entre la oposición bernabeuiana hay gente que estuvo en el establecimiento y ahora se apresura a tomar posiciones para la carrera del futuro. Y entre esa oposición hay gente cuyos diagnósticos futbolísticos no tienen credibilidad. Alguno de los que quiere aparentar ser la oposición se contentaría con ser directivo. Pero lo malo es que Bernabéu, que se las sabe casi todas, distingue entre quienes desean ser directivos y quienes desean hinchar el pecho en el palco.En la Casa Blanca existía la teoría, hasta hace un par de años, de dejarlo todo atado y bien atado. Así, Lolo Sainz fue anunciado como sucesor de Pedro Ferrándiz en la dirección del equipo de baloncesto. Lolo está en el banquillo del basket y Pedro está en sus cuarteles de invierno, pero algún nudo se escurrió en la atadura porque entre el ex entrenador madridista y Saporta hay sus tiquis miquis. Por ejemplo, Saporta, desde la Federación de Baloncesto, no apoya a Ferrándiz para el congreso mundial de entrenadores. Ferrándiz, que no piensa en el fracaso, saca dinero de cualquier parte y hasta ha conseguido una pequeña subvención del banco en el que trabaja Saporta, pero no a través de éste, sino a través del actual presidente y sin que el Kissinger madridista se enterara.

Algo falla en los de las ataduras, porque Antonio Ruiz, que estaba destinado a suceder a Muñoz y que por circunstancias tuvo que esperar a relevar a Miljanic, parece que ha perdido puntos. El drama del Madrid podría estar en que algunos conspicuos se empeñaran en estropear la solución al mandato bernabeuniano. Bernabéu cree que Gregorio Paunero es un, santo y todo hace indicar que podría ser éste su sucesor. Paunero sería la continuidad del sistema y bastaría con que Bernabéu lo expresara de una forma rotunda para que el madridismo dijera amén.

El problema surgirá cuando al fin se decida democratizar el fútbol, función que corresponderá al señor Porta. Cuando la democracia ingrese en la Federación Española, los clubs elegirán a sus presidentes por sufragio universal y por tanto no valdrán las componendas entre compromisarios. El único club que no tendría problemas para reelegir a su presidente sería sin duda el Madrid, porque los testigos de Bernabéu, y esto no hay quien pueda ponerlo en duda, son miles.

Agustín Montal que en la pasada temporada promovió una campaña democratizadora, se limitó a plantear en las cortes del fútbol una minirreforma a lo que el Madrid respondió con una postura rupturista; o todos a las urnas, o nadie. Del susto aún se están reponiendo algunos. Pero las cosas, claro está, siguen igual.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_