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Reportaje:

Los barrios residenciales también tienen problemas

Ubicada sobre una zona próxima al pueblo y al aeropuerto de Barajas, contigua a la autopista que conecta Madrid con el aeródromo y a unos diez kilómetros de distancia en dirección noreste respecto a la Puerta del Sol, se encuentra instalada la ciudad residencial Alameda de Osuna. Con una superficie aproximada de 98 hectáreas, sus límites precisos se trazan entre la carretera a Ajalvir y la zona industrial de Barajas por el Norte, por el Sur la autopista, al Este la urbanización Cobasa y las calles de Joaquín Ibarra y el paseo de los Pinos en su margen Oeste.La ciudad residencial Alameda de Osuna está habitada por una población de extracción social media-elevada cifrada en 4.100 familias y un número de personas -con edades que oscilan entre meses y diecisiete años- calibrada en 7.550 niños y adolescentes. Las viviendas se desglosan en dos tipos, bloques de pisos y chalets, cuya construcción comenzó en 1965 tras la aceptación de un proyecto presentado por la promotora Cantabria, SA. Las líneas generales de construcción quedaron determinadas dos años antes mediante el Plan General del Area Metropolitana de Madrid, dentro del cual se definieron los usos del suelo de la zona. A este ordenamiento habrían de ajustarse los ulteriores planes parciales -que al parecer todavía no existen- si bien la trayectoria de la construcción se inició con el comienzo de la concesión de licencias tras la presentación de proyectos.

Según los primeros esquemas incluidos en el Plan General, la ciudad residencial se distribuía en cuatro zonas específicamente diferenciadas; zona de reserva forestal, para la cual se destinaban 31 hectáreas; zona de industria limpia, con una asignación de nueve hectáreas; veintiocho hectáreas para la erección de bloques de viviendas situados en la zona de edificación abierta y treinta hectáreas incorporadas a la zona de edificación aislada. Para estas dos zonas se cifraba una densidad de cien viviendas por hectárea en la franja de edificación abierta y 35 chalets o dúplex por hectárea en la zona de construcción aislada. Los cálculos iniciales preveían pues 2.800 viviendas en los bloques de pisos y 1.050 chalets o viviendas unifamiliares con lo cual se componía un total de 3.850 viviendas.

Diferencias

Según se revela dentro del extenso dossier elaborado por la Asociación Familiar Alameda de Osuna, la situación actual difiere cuantitativa y cualitativamente de las previsiones incluidas en la planificación originaria. En principio, el dossier establece que la construcción comenzó sin mediar la ejecución de planes parciales -extensivos del Plan General- lo cual, según el texto, constituye una inicial anomalía. Tampoco mediaron -se afirma- proyectos de urbanización y la concesión de licencias de construcción se inauguró con la mera presentación de proyectos. Pese a estas puntualizaciones, el informe vecinal alude a la existencia de una denominada Revisión del Plan Parcial de Alameda de Osuna, circunscrita únicamente a la zona situada al norte del ferrocarril que muere en el aeropuerto de Madrid-Barajas; a los redactores del dossier les sorprende la presencia de esta denominada revisión, pues no consta la existencia de plan parcial alguno. En base a estas precisiones, y con una estimación de crecimiento de construcciones a tenor del ritmo actual de la expansión en el área y del nivel de las concesiones otorgadas para edificar, las licencias y las nuevas ordenanzas, se establece que el número de viviendas desglosado en 6.200 en la zona de edificación abierta y 455 que se erguirán en la zona de edificación aislada, da un total previsto de 6.655 viviendas, frente a las 3.850 fijadas en el plan general.Hoy, quedan todavía veinte hectáreas sin edificar y existen 4.190 viviendas habitadas, cifra que rebasa, con creces, la inicial asignación y altera la calidad de vida para los vecinos de Alameda de Osuna.

Estas alteraciones, dentro del dossier, se trocean en una serie de apartados distintos que analizan el actual estado del equipamiento global de la ciudad residencial, simultaneado con una elaborada encuesta realizada por la Asociación Familiar de Alameda de Osuna sobre una muestra representativa del vecindario.

El primer capítulo se cierne sobre el panorama escolar del área. La población en edad de recibir enseñanza preescolar se estima en 2.000 niños; en 3.000 el número de niños en edad de educarse en Enseñanza General Básica; en 390 la cifra de bachilleres de BUP y en doscientos el número de universitarios. El total, pues, resulta de 5.590. El cotejo de plazas de enseñanza preescolar, referido a centros privados, de una estimación de quinientas plazas disponibles en la colonia Alameda de Osuna, dato que arroja un déficit de 1.500 plazas de preescolar. Las plazas de EGB -enseñanza obligatoria y gratuita según las disposiciones oficiales- existentes en colegios nacionales, no superan la cifra de 1.700, con lo cual el desfase real de puestos resulta de 1.300 plazas. No existen plazas para alumnos de Bachillerato Unificado Polivalente ni institutos de Enseñanza Media, y, según se establece dentro del dossier, las previsiones de crecimiento poblacional en el barrio van a agudizar gravemente y de un modo progresivo los ahora sustanciales desfases entre las plazas necesarias y las disponibles.

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Instituto

Además, los resultados de la encuesta revelan la opinión del vecindario sobre la situación escolar en Alameda de Osuna y un elevado porcentaje de los consultados se pronuncia por la necesidad de un instituto, la reparación de la escasez de colegios nacionales y el cese en la elevación de los precios en los colegios privados de la zona.En cuanto alude a la problemática sanitaria, el informe se refiere a que el 93 % de los vecinos de la Ciudad Residencial pertenece a la Seguridad Social. Las consultas clínicas se pasan en centros sanitarios de Barajas o del barrio del Aeropuerto, además de alejados de la zona, defectuosamente comunicados con ésta. Según se añade, desde hace varios años, el Instituto Nacional de Previsión tiene arrendados unos locales para poner en servicio un ambulatorio en la zonas bien todavía no se han iniciado ni provisto las medidas oportunas para su entrada en funcionamiento.

También, dentro del capítulo sanitario, el informe evidencia la parquedad de alcance en la campaña desratizadora municipal -insistentemente solicitada por la Asociación Familiar del Departamento de Sanidad y Asistencia Social del Ayuntamiento-. Los doscientos cepos instalados en la zona resultan -según el dossier- completamente insuficientes Para paliar los efectos de los roedores en la colonia Alameda de Osuna.

El informe pone de relieve la ingente cantidad de problemas derivados de la situación de los pasaportes. Se subraya la baja calidad del servicio actual y se insiste en la necesaria prolongación de las líneas de Metro hasta la colonia. Tras postularse la coordinación y fortalecimiento de las actuales líneas de transporte de superficie, se solicita la adopción de medidas capaces de facilitar el transbordo de los viajeros que acceden desde Alameda de Osuna a Madrid, para entroncar con las líneas interiores de la ciudad. Destacadisimo en este apartado el problema suscitado por la veloz circulación de vehículos por un área calificada de residencial, al igual que los accesos a la colonia desde la autopista de Barajas, eje que en ocasiones colapsa los desplazamientos de los vecinos. Es de destacar también el hecho de que el parque-automovilístico de Alameda de Osuna es muy nutrido -el 93 % de los vecinos posee al menos un vehículo- y toda mejora en los transportes colectivos revertiría en una evidente descongestión del tráfico.

Infracciones

Respecto al panorama urbanístico, los redactores del informe aluden a las infracciones de la legislación vigente observadas en la edificación, en cuanto a la calidad de las viviendas y a su ubicación. Se refiere la construcción y venta de pisos en zonas de reserva rústica forestal, inicialmente destinadas a salvaguardar el entorno de la colonia, pero a la postre, «devoradas por la especulación privada -indica el texto- ante la incalificable inhibición de los organismo, responsables». Además de referido a los cambios en las ordenanzas -que permiten aumentar los volúmenes y dedicación del suelo- el texto contempla casos en los cuales parcelas destinadas a reserva escolar son dedicadas a superficie edificable para viviendas.También se afirma rotundamente el desequipamiento de la colonia respecto a una serie de servicios inexistente y que abarca un abanico de carencias muy amplio, desde la falta de estafeta de Correos hasta una comisaría de Policía, sin olvidar un centro cultural, guarderías infantiles, zonas deportivas, áreas ajardinadas y otros servicios.

Especial interés cobra en el informe un apartado que se refiere a la vía del ferrocarril que atraviesa la ciudad residencial en dirección al aeropuerto de Barajas; además de los problemas que se originan para transitarlo por dos angostos pasos subterráneos con embotellamientos constantes de automóviles y peligro para peatones, la vía no se encuentra vallada en ningún punto. Sobre ella -según el texto del informe- se transportan elevadísimos contingentes de carburante líquido para el aeropuerto y se infiere que un descarrilamiento de un vagón, en cualquiera de los múltiples puntos de la vía contiguos a la colonia Alameda de Osuna, podría acarrear desastrosos e impensables efectos sobre los habitantes de este área periférica de Madrid.

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