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Aizkolaris o atletas

Al equipo actual que dirige el deporte español desde la DND se le podrán criticar muchas cosas, pero no su transparencia. Con ella ha ganado ya una batalla importante respecto a los anteriores.Aunque las normas para las polémicas elecciones vieron la luz antes de nacer con normalidad -simplemente eran un documento de trabajo mediomesino- no cabe duda que es más disculpable una precipitación o negligencia, que las oscuridades de tantos años en el deporte español. Tal vez por eso, al querer el equipo Castejón encender demasiada luz y poner en movimiento a muchos taquígrafos en poco tiempo, el resplandor de tantos problemas sin solucionar o de las innumerables cosas mal hechas cieguen al mayor dilapidador de energía. Desde luego, más le valdrá ir despacio y a tiro hecho en él futuro, si no quiere hundirse de forma total, aunque sea honestísimamente. Por si fuera poco, pese a la independencia que se quiere pregonar en la DND, nadie va a ser tan ingenuo como para pensar en la despolitización, así por las buenas, de un pastel tan apetitoso en circunstancias concretas. Al deporte, que se le supone, por cierto, erróneamente bien alimentado en principio, con el 22 % de las quinielas, se le utilizará cuando llegue el momento -es ley mundial- y quizá nunca en su beneficio tal y como está la sociedad española mentalizada hacia su infravaloración. La situación del país, además, no es precisamente la más propicia como para ocuparse de «ese» deporte.

El último ejemplo viene de San Sebastián. Su alcalde quiere a toda costa que el denominado ostentosamente campeonato mundial de aizkolaris -sólo intervendrán España"y Australia- se celebre en Anoeta a finales de mes. Pero resulta, miren por dónde, que el futuro escenario de los europeos de atletismo en pista cubierta, allá para marzo, aún se encuentra con la capa de hormigón sin impermeabilizar, previa a la del tartán definitivo. Sin quitar ni un ápice de su arraigo e importancia al deporte rural vasco, la realidad es que no parece oportuno celebrar tal competición entre hormigoneras. Las circunstancias mandan.

Sin embargo, las presiones y la impopularidad ante una posible prohibición por parte de la DND, parecen seguras. Por lo que se ve, los palacios de deportes están de moda. La supresión del circo y demás espectáculos en el de Madrid sólo data del martes pasado. Fue decidido por la comisión permanente. Sólo faltaba ahora que incluso los niños -a la postre los grandes beneficiarios si se dedica, como está anunciado, al deporte escolar- protestarán por haber perdido a los payasos. Hay bastantes más circos de lo que parece.

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