La librería Rafael Alberti, incendiada por extremistas

Durante la madrugada de ayer un comando nazi incendió la librería madrileña Rafael Alberti. A pesar de las numerosas amenazas y atentados de que ha sido objeto la librería, no había en ese momento protección policial.Mientras esta situación continúe, las compañías de seguros no quieren hacerse cargo de las librerías. Paralelamente a esta actitud, las entidades ciudadanas y librerías madrileñas han ofrecido toda su ayuda al propietario de la incendiada librería, Enrique Lagunero.

Hacia las tres de la madrugada de ayer, la librería Rafael Alberti de Madrid quedó totalmente destruida por un incendio provocado, según parece, por un comando nazi denominado Orden Nuevo-VI Comando Adolfo Hitler.El incendio lo realizaron introduciendo gasolina bajo la puerta y prendiendo fuego después. El balance de este atentado cultural han sido cientos de libros quemados, paredes totalmente ennegrecidas; daños que han sido evaluados por el propietario de la librería, señor Lagunero, en más de dos millones de pesetas.

En el momento de producirse el atentado, parece que no hubo ningún testigo presencial. Tampoco había policía. A pesar de los cientos de amenazas de que había sido víctima la librería. Desde el día 27 de octubre se retiró la protección policial del establecimiento.

El propietario de la librería, Enrique Lagunero, declaró a EL PAIS que es inconcebible que las autoridades no se den cuenta de que atentar a una librería por vender libros autorizados por la censura, es atacar a las propias autoridades, aunque yo personalmente y de forma visceral estoy totalmente en contra de la censura».

Durante los últimos meses son muchas las librerías que han sido atacadas o amenazadas por comandos de extrema derecha, pero el Rafael AIberti ha sido uno de los establecimientos más perjudicados. A juicio del señor Lagunero los motivos pueden ser que «esta librería es atacada simplemente por ser democrática y especialmente por estar dentro de nuestros fines la difusión de la cultura para todos los sectores sociales.

Protección especial

Las lunas de los escaparates de la librería Rafael Alberti están formadas por cinco láminas antibalas -lo normal es que sean cuatro- que no pueden ser atravesadas por las balas, ni rotas en caso de lanzamiento de bomba. «Estas bandas ultraderechistas ya habían intentado anteriormente perforar los cristales, pero por fin han conseguido destruir este foco cultural incendiándolo con gasolina.»«Esta situación está provocada con el fin de obligar a los libreros a cerrar sus establecimientos. Quienes así no lo entiendan pueden correr el riesgo de ver sus establecimientos incendiados y destruidos como ha ocurrido ahora.. Pero, ¿cómo y cuándo finalizarán estos atentados?». El señor Lagunero añade que «los atentados acabarán sólo cuando España tenga una democracia, para lo que hace falta una reconciliación nacional que lleve a todos los españoles a mirar el futuro olvidando un triste pasado. Mientras tanto seguirá esta vergonzosa situación».

Solidaridad

Nada más conocer la noticia del atentado, numerosas librerías de Madrid han enviado libros y personal propio a la Rafael Alberti, a cuya puerta han montado un tenderete a fin de recoger beneficios que sirvan de ayuda económica a esta librería.Asimismo la agrupación provincial del libro de Madrid está estudiando las medidas a tomar para que finalice esta situación. También libreros de Valencia y Barcelona se han apresurado a manifestar su solidaridad al señor Lagunero y manifestar públicamente su repulsa por el suceso.

Por parte de las entidades ciudadanas madrileñas la respuesta ha sido un ofrecimiento de instalar hoy domingo puestos en las barriadas en los que los beneficios de las ventas se entregarán íntegramente a esta librería.

La solidaridad también se ha hecho patente entre personalidades del mundo del arte y del espectáculo, así como particulares que han expresado a Enrique Lagunero su repulsa por el atentado.

Seguros

La situación de las librerías españolas es tan incierta que las compañías de seguros se niegan a hacerse cargo de ellas. Esto es lo que ocurrió con la Compañía Adriática de Seguros que no se quiso hacer cargo de lo que pudiera ocurrir con la librería. De todas formas, Enrique Lagunero consiguió asegurar su establecimiento con Chasys, compañía que se hizo cargo a través del consorcio de libreros, pero el propietario de Alberti, tras ver la cuantía de los daños no sabía si la compañía querría hacerse cargo o no.Los atentados de que ha sido objeto esta librería, son cinco con este último. Las veces anteriores, los daños consistieron en rotura de lunas y cristales, atentados siempre protagonizados por grupos de extrema derecha.

En cuanto a las actividades del VI Comando Adolfo Hitler, hay que recordar sus numerosas amenazas a publicaciones como Cuadernos para el Diálogo, la Codorniz, Triunfo, Posible y EL PAIS.