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Desalojadas 20 familias en la avenida de La Albufera

Las veinte familias de la finca de la avenida de La Albufera, 246, han tenido que ser desalojadas urgentemente, ante el peligro de hundimiento que presentaba el edificio. Ayer por la mañana cedió un machón (espacio de muro de carga situado entre dos ventanas) y por la tarde, cerca de las diez, los bomberos avisaron que la situación era grave y que parte del bloque podía derrumbarse en cualquier momento.Parece ser que el hijo del dueño del bloque, que es quien detectó la grieta, no avisó desde el primer momento a los vecinos, y muchos de ellos se enteraron cuando los bomberos se lo comunicaron personalmente. Por este motivo la calle se encontraba llena de inquilinos y curiosos, los primeros sin haber podido sacar de sus casas ni ropas ni muebles.

Observando los trabajos de apuntalamiento se encontraban el aparejador y el arquitecto que construyeron el edificio, así como el hijo de Juan García Gómez, el dueño. Previamente, los vecinos habían expuesto, algunos bastante excitados, que los materiales de la casa son de mala calidad, las tuberías de desagüe no tienen capacidad suficiente, por lo que se rompen y originan filtraciones frecuentemente, lo que podría haber reblandecido el suelo. De hecho, uno de los vecinos nos mostró el piso de su vivienda hundido unos quince centímetros.

La casa tiene más de veinte años Y está construida en dos fases. Primero se levantaron dos plantas. A los siete u ocho años, encima de las existentes se construyeron dos más, sin que se reforzaran los cimientos ni la infraestructura.

El aparejador confirma este último dato, aunque no quiere pronunciarse sobre la causa de la grieta hasta que no haya un informe técnico oficial. Por su parte, el arquitecto, muy remiso a hacer declaraciones e incluso a identificarse como tal, afirma que los cimientos originarios eran suficientemente fuertes para aguantar las dos nuevas plantas. Admite la posibilidad de que la causa hayan podido ser las filtraciones y que el sistema de desagües está en mal estado, así como que se ha desmoronado un machón, y debilitado dos pilares contiguos, pero no quiere declarar nada más.

«Ya sabe que todos los vecinos, lo primero que hacen, es echarle la culpa al casero. Es verdad que las tuberías se rompen en ocasiones y que el suelo de uno de los bajos se ha hundido, pero todo esto es culpa de las ratas, que roen las tuberías y el subsuelo. Siempre que los vecinos nos han ido con alguna queja, hemos acudido a verla y estaba solucionada, y lo prueba el que nadie haya puesto ninguna denuncia nunca. Cuando las tuberías están atascadas, avisamos a la Policía Municipal y lo desatascan », dice.

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