Joven muerto por el disparo de un policía
Un joven de dieciséis años, Francisco Javier Cano Gil, falleció a primeras horas de la madrugada de ayer como consecuencia de un disparo efectuado por un policía que viajaba en un coche patrulla por la zona del Parque de las Avenidas.El hecho, al parecer, sucedió sobre las tres de la mañana cuando Francisco Javier en unión de otros dos compañeros y una muchacha de diecisiete años se encontraban en el interior de un turismo estacionado en la citada zona.
Según fuentes próximas a la Jefatura Superior de Policía, la hora y los ocupantes, sospechosos para la Policía, hizo que ésta les diera el alto para proceder a su identificación. Sin embargo, los jóvenes, iniciaron la huida, razón por la que se dio aviso a varios coches patrullas, uno de los cuales logró interceptar a los jóvenes a la altura del número 108 de la calle Arturo Soria. Allí uno de los ocupantes del vehículo perseguido, según las mismas fuentes, arrojó un objeto contundente contra el parabrisas del coche policial acto al que los agentes respondieron efectuando varios disparos uno de los cuales alcanzó en la cabeza al joven Francisco Javier.
Aunque en un principio se afirmó que tanto el fallecido como sus acompañantes tenían antecedentes penales, se confirmó, a través de una conversación con el abogado de la familia, Lozano Villaplana, que tal afirmación «es absolutamente falsa, tanto por la edad del chico como por su comportamiento, normal y formal durante toda su vida».
Según informó, el abogado los tres acompañantes sobre los que desconocía la identidad habían sido detenidos y se encontraban en el Juzgado de Guardia para prestar declaración.
Julián Cano Sierra, padre del muchacho manifestó a EL PAÍS que mentía el que dijera que su hijo era maleante «ya que su forma de ser era normal y nunca había tenido nada que ver con la policía»; trabajaba Y estudiaba sexto de bachillerato y nunca había pasado nada con él. Ayer salió de casa a las ocho de la tarde y ahora está muerto».
El cuerpo del muchacho fue trasladado a la Ciudad Sanitaria La Paz, de donde, a últimas horas de la tarde de ayer, fue trasladado al Instituto Anatómico Forense para proceder a la autopsia.
Posteriormente en una segunda conversación con el padre del muchacho, reconoció éste que, cuando tenía catorce años, fue detenido por llevarse en unión de un compañero un ciclomotor a la Casa de Campo. «Mi hijo -respondió llorando- nunca llegaba después de las once de la noche, por eso ayer, hasta su hermano mayor salió a buscarle al ver su tardanza y esta mañana me llaman de La Paz para decirme que lo he perdido ».
Según las mismas fuentes, cercanas a medios policiales, los otros tres acompañantes eran Antonio Martínez Bermejo, de veintitrés años y Jesús Pérez Colmena de, diecisiete años, considerados como maleantes y detenidos en varias ocasiones y Vicenta María Artiel, de diecisiete años, que no poseía antecedentes. En el vehículo que ocupaban, sustraído poco antes, un Seat 124 matrícula M-1569-D, se encontraron según las mismas fuentes restos de haschis.
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