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Izquierda Democrática apunta decididamente hacia las elecciones

La reunión del consejo político de Izquierda Democrática en Miraflores (Madrid), el pasado fin de semana, ha constituido la confirmación de una, tendencia que venía observándose en este partido desde hace algún tiempo. No abandona Coordinación Democrática, pero pone fuertes condiciones a su permanencia en el mencionado organismo unitario de la oposición; y al propio tiempo, acentúa su acercamiento a otros partidos democratacristianos. Junto a ello se establece que el proceso electoral libre es el momento clave de la ruptura democrática.

Los acuerdos más importantes adoptados por el partido que preside Joaquín Ruiz-Giménez, son los siguientes:- Intensificar las gestiones cerca de los otros partidos democratacristianos de la oposición democrática para llegar a construir en el más breve plazo de tiempo posible una organización de carácter federativo, que asuma las conclusiones aprobadas por el equipo democratacristiano y las orientaciones del manifiesto mundial de la democracia cristiana, y respete la identidad sustancial de los partidos federados.

- Proponer la creación, con la máxima urgencia, de un comité electoral unitario de los partidos democratacristianos de la oposición democrática, que organice y dirija la campaña electoral; y que, en contacto con los otros partidos democráticos, lleve a cabo una negociación con el Gobierno, a fin de establecer las condiciones del proceso electoral, abierto a todos los sectores políticos de los diferentes pueblos y regiones del Estado español, sin exclusión alguna y con las necesarias garantías de objetividad e imparcialidad.

- Con respecto a Coordinación Democrática, el consejo político a acordó «por coherencia con las actitudes precedentemente adoptadas y hechas públicas por ID como partido y en el seno del equipo DC, no poder ratificar ni el preámbulo del llamado documento de Valencia en la redacción acordada por Coordinación Democrática, ni aquellos extremos de su parte programática, en cuanto contradicen aquellas actitudes y declaraciones, aunque sí acepta el resto del contenido del documento».

- Los órganos de ID deben esforzarse en conseguir una rectificación sustancial de la línea estratégica de Coordinación Democrática adoptada en los últimos tiempos, no solidarizándose con la actuación de dicho organismo, mientras no se cumplimenten por el mismo una serie de actitudes políticas, entre las que es de destacar «el reconocimiento expreso del proceso electoral libre como momento clave de la ruptura democrática», y «la aceptación de un principio de tregua, con renuncia a las movilizaciones callejeras por motivos políticos durante el proceso de negociación Gobierno-oposición».

- Se autoriza a la comisión ejecutiva para que prosiga sus conversaciones con los distintos grupos políticos, cara a la formación de eventuales alianzas electorales.

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- Respecto a la legalización del partido, se faculta a la comisión ejecutiva para decidir sobre ello, de acuerdo con los siguientes criterios: a) que, en ningún caso, se produzca antes de la elaboración de la ley electoral; y b), que se realice sólo en el caso de que se satisfagan las condiciones del equipo DC para acudir al proceso electoral.

- Se otorga un mandato a la comisión ejecutiva para que realice todas las gestiones conducentes a elaborar un «pacto constitucional» con todas las fuerzas políticas que respetan las reglas del juego democrático y el pluralismo político.

Por otra parte, el consejo político de Izquierda Democrática expone sus preocupaciones por la gravedad del actual panorama económico, consecuencia de la ausencia durante los últimos años de una política económica realista, capaz de hacer frente al reto de la crisis energética. «El aislamiento a que nuestro país ha estado sometido por el régimen político imperante ha contribuido también a este resultado, mientras que otros países han atenuado los efectos de la crisis gracias a sus esfuerzos concertados y a una política previsora y realista de sus gobernantes.»

A continuación propone un programa económico de emergencia, concertado con las distintas fuerzas del país, que comprenda una lucha prioritaria contra la inflación; corrección de los efectos indeseables de la misma, tales como un seguro de desempleo adecuado, expansión del sector público en los ámbitos capaces de absorber mano de obra; libertad sindical; reforma inmediata y en profundidad del sistema fiscal; una urgente política de suelo, con la creación de amplios patrimonios municipales de suelo urbanizable; supresión de ministerios que no tienen sentido en un régimen democrático, y otras.

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