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"Al Gobierno se le traba la lengua al hablar de economía"

El carácter polémico que presidió los coloquios y que fue principal protagonista en anteriores reuniones, no apareció en la primera jornada de la VII Semana Económica Internacional, que bajo el título genérico «Consecuencias políticas del desarrollo económico» y organizada por el grupo Mundo, se ha celebrado por primera vez en Madrid. La Semana comenzó ayer, bajo la presidencia de Sebastián Auger y del subsecretario de Hacienda, Federico Trenor, que muy a última hora sustituyó al ministro de Hacienda, Eduardo Carriles.Sebastián Auger, tras hacer la presentación de la Semana, continuó diciendo que el planeamiento económico obliga a un acuerdo con las diversas fuerzas sociales del país para lograr su viabilidad.

Para el señor Auger, los responsables de la economía pretenden lo imposible: reactivar y reducir la inflación a la vez. «El Gobierno de la Monarquía emplea un lenguaje claro para reformar la política, pero se le traba la lengua al tener que concretarlo en decisiones económicas».

El viejo profesor de la Universidad de Cambridge, y húngaro de nacimiento Nicholas Kaldor, inició la sesión con una conferencia que versó sobre «Consecuencias políticas de las diversas etapas del desarrollo económico».

La intervención de Kaldor no dejó de ser una brillante y magistral lección de historia económica al estilo de las que debe dictar a sus discípulos universitarios. Adam Smith y Marx fueron reposadamente analizados a lo largo de sus teorías y obras, para finalizar con una apretada victoria de la economía capitalista, ya que según el conferenciante, «lo que distingue a las sociedades modernas con un carácter político democrático es la sensación de estabilidad en cuanto a la permanencia de las instituciones vigentes, estabilidad que no pueden existir en países cuyas decisiones políticas no son gestadas por un proceso democrático de consulta y decisión ».

Francisco Fernández Ordóñez, segundo ponente de la jornada, centró su ponencia en la economía de mercado, con un fuerte índice de intervencionismo.

«La situación crítica de nuestra economía -dijo- debe hacernos revivir un viejo tema postergado: el de la productividad. En estos momentos el principal problema de la economía española es el de su eficacia y ello requiere abordar cuestiones de fondo que la afectan seriamente. »

La creciente intervención de los poderes públicos en nuestra economía, queda bien patente a través de los créditos oficiales, subvenciones, planificaciones, ayudas a las exportaciones, etcétera. Con todo ello la principal ventaja de nuestra economía de mercado, que es la racionalidad en la asignación de los recursos, ha quedado totalmente oscurecida

«A la antigua mano invisible de Adam Smith -dijo Fernández Ordóñez- le ha sustituido la mano bien visible de los poderes públicos. Lo importante no es que esta mano exista, sino conocer sus costes y hacerla funcionar correctamente.»

Una alusión directa de Fernández Ordóñez sobre el interés que este país tiene por entrar en el Mercado Común, suscitó una discusión en la que tanto Nicholas Kaldor como James Levingson, líder del sindicato obrero en empresas multinacionales, objetaron la pérdida de importancia del Mercado Común y las desventajas que esta entrada reportaría a la economía española.

José Ramón Alvarez Rendueles trató en la última conferencia del día sobre el proceso de la economía española, desde el plan de estabilización hasta los momentos actuales, analizando las diferenciadas épocas económicas atravesadas desde entonces y las medidas económicas adoptadas, poniendo de relieve que desde 1959 todas las medidas aprobadas por los diferentes Gobiernos han tenido una única intención que ha sido la lucha contra la inflación.

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