Incierto final del Campeonato del Mundo de Fórmula 1

Sólo dos grandes premios faltan para terminar el actual Campeonato del Mundo de Fórmula 1. Estados Unidos, el próximo día 10 y el de Japón, que se celebra el día 24 también de este mes y por primera vez en la historia de este país. Pocas veces en la historia del automovilismo se había producido una situación en la que las circunstancias de toda índole hayan creado mayor incertidumbre.Ni se puede aventurar el resultado final ni siquiera se sabe con certeza la puntuación en estos momentos. El resultado del Gran Premio de Monza puede ser invalidado el próximo día 12 (dos días después de conocerse los resultados de la carrera en USA). Si esta situación se produce -cosa que ya a estas alturas no dudamos-, la puntuación -bien llamada provisional- sufriría un caótico reajuste y el líder, Niky Lauda, perdería cuatro preciosos puntos.

James Hunt, que no terminó en Italia, saldría claramente beneficiado en esta ocasión, quedando a sólo cuatro puntos del austríaco.

Todo esto sin contar con que Hunt no gane en América y Lauda repita, como es de esperar, la conservadora actuación de Canadá.

Mucho se ha escrito esta semana sobre las dificultades técnicas en el rendimiento de los Ferrari. Se asegura que el polvo de los arcenes de Mosport ha dañado los motores. Hay que pensar que, al igual que cuando llueve, también hay polvo para todos.

Quizá la verdad hay que buscarla en la lógica reacción del genial Lauda, que bastante hace con meterse en el coche y acabar la carrera hasta que el tiempo vaya borrando poco a poco el terrible recuerdo de su accidente. Tampoco el impulsivo Regazzoni o el recién llegado Reutman, que atraviesa un importante bache moral, nos parecen el camino por el que la marca italiana puede ganar este año el Campeonato Mundial. Si no ocurre nada raro o los comisarios americanos y japoneses descubren algún extraño elixir en la alimentación de Hunt, nos parece que nadie va ha poder evitar que gane este campeonato, que tan merecido tiene.