Martínez Esteruelas: "La ruptura está movida por el revanchismo"

El pasado domingo, en el cine San Pol fue presenciado en Madrid el partido político Unión del Pueblo Español (UDPE), que representa la línea más continuista del franquismo, y cuyo presidente, Cruz Martínez Esteruelas, participa en las conversaciones con otros ex ministros para formar una gran alianza de derechas.

Al acto asistieron quinientos miembros y simpatizantes del grupo, ante los que tomaron la palabra el presidente de UDPE, Cruz Martínez Esteruelas, el secretario general, Javier Carvajal y el miembro de la junta directiva, Javier Fernández-Sexta.El señor Martínez Esteruelas inició su intervención afirmando que muchas cosas que parecían superadas no lo están, y que hay un sentimiento general de estupor y confusión, producto de la unión al mismo tiempo de cuatro actitudes extremadamente peligrosas para toda comunidad política: falta de convicción, indiferencia, ruptura y repudio de todo cambio. Aseguró el presidente de UDPE que «la voluntad de ruptura, tan organizada, tan presionante sobre la vida española de hoy, quiere hacer tabla rasa a todo ese pasado, movida por el revanchismo y la utopía».

Sobre la falta de convicción, el ex ministro afirmó que aludía a «quienes comprometidos en mayor o menor grado con el pasado reciente de nuestra Patria. han trucado su talante, han desmentido sus propias conductas, han vacilado sus actitudes para instalar en sí mismos una conciencia de provisionalidad».

Tras hacerse solidario de la obra de Franco, el presidente de UDPE se pronunció en pro de la reforma «que valora el legado recibido y aspira a un orden político de plena participación, en el seno de la Monarquía española».

Se refirió finalmente a las respuestas económica, social y política basadas en la superación de la lucha de clases mediante una democracia con vocación social. «Sabéis -dijo antes de terminar- que intentamos una gran alianza con grupos y personas que estén animados de los mismos o análogos ideales. Trabajemos todos, sin personalismos, por esa unidad que España necesita.»

El secretario, señor Carvajal, dijo en su intervención que no es tiempo de división, sino de unión de todos cuantos desean proseguir el camino de paz, concordia, desarrollo y progreso seguido en los últimos 40 años, que «ahora, como nunca, vemos peligrar al margen de muchas adormecedoras palabras que se escuchan».

También dijo que «no deseamos el enfrentamiento, sino el orden y la paz, y sepultar para siempre la ruptura entre dos Españas crispadas». Mas adelante subrayó que «el comunismo, que está en el fondo de todo el proceso demoledor, que es el mayor enemigo cierto de la libertad del pueblo, y que es el gran peligro que nos acecha, el único peligro, no permite otros plantamientos, ni el acelerado deterioro que estamos viviendo autoriza a ingenuas esperanzas».

Dijo finalmente que «la ilegalidad consentida ha sembrado desconcierto y la crisis de autoridad junto a la vergonzante negociación con la oposición rupturista e intransigente ha hecho nacer el estupor entre la gran masa de españoles que aspiran a la reforma en la continuidad y el orden».

Por su parte, Ernesto Fernández-Xesta en su intervención se refirió especialmente a los problemas de infraestructura y servicios públicos que tiene Madrid, que hacen de la capital «terreno abonado para todo grupo sociopolítico que se base en la demagogia fácil». Concluyó solidarizándose con las gestiones del presidente de UDPE para lograr la «alianza y unión de todos aquellos que no estamos dispuestos a olvidar nuestra Historia».