"La reforma otorgada es unilateral, discriminatoria y pseudodemocrática"
El Partido Demócrata Popular (PDP) que preside Ignacio Camuñas, y que según sus palabras no es un partido de masas, sino de cuadros, ha celebrado en Madrid las Jornadas de Estudio presididas por Fernando Chueca Goitia, en las que se aprobó una declaración sobre el proyecto de reforma Suárez y una serie de conclusiones relativas al aspecto político, económico y sociocultural. A las Jornadas han asistido 60 representantes de las siete federaciones del partido y una delegación de Esquerra Democrática de Catalunya que ha formado con el PDP recientemente la coalición social-liberal.La declaración sobre el proyecto de reforma gubernamental se inicia reconociendo que significa el máximo esfuerzo democratizador que cabe hacer dentro de los planteamientos reformistas respetuosos de la legalidad vigente. Admitido esto, el PDP considera que la reforma por principio es otorgada, unilateral, discriminatoria y pseudodemocrática. Añade que «aunque se abre, en efecto, un proceso constituyente y se apela de alguna manera a la soberanía popular, ello no obsta para que a un mismo tiempo se ofrezca al país un esquema de una constitución predeterminada y no exista un marco real de libertades democráticas que garantice una libertad real y una igualdad esencial de trato para todas las fuerzas políticas».
Tras señalar que de llevarse a cabo la reforma, existe el riesgo de que se pretenda reconfirmar por las urnas el continuismo de las fuerzas dominantes, propone que el objetivo político a alcanzar no debe ser primordiarmente el mantenimiento de una hegemonía de poder, sino la integración de todas las fuerzas políticas y sociedades del país en un ideal común de vida democrática que para llegar a una plena y auténtica estructuración democrática «las más altas instituciones de la nación y muy fundamentalmente la Corona asuman el protagonismo para devolver de verdad la soberanía al pueblo. Por ello, el PDP consideraría más aceptable que el Rey consultase al pueblo español si desea ser conducido hacia la democracia, «para que pudiera designar sin otro trámite ulterior, a aquel Gobierno que cumpliendo el previsible mandato popular, convocase unas elecciones generales sin discriminaciones ».
Finalmente el PDP afirma que el mero anuncio de unas elecciones generales «no constituye, sin más, la prueba de buena fe democrática del Gobierno, si dicha convocatoria no va precedida del conjunto de garantias normalmente imperantes en los países democráticos del hemisferio occidental».
El resultado de las jornadas de trabajo del PDP en las distintas comisiones puede resumirse en lo siguiente: en el aspecto político: defensa de la constitucionalidad de las libertades públicas y derechos.humanos; separación de los poderes públicos; institucionalización de un régimen de autonomías regionales; independencia y autogobierno del poder judicial; reforma en profundidad de la Administración Pública; supresión de la confesionalidad del Estado y nuevo esquema de las relaciones Iglesia-Estado, basado en la plena libertad religiosa y atención preferente a la CEE en la política exterior.
En el aspecto económico: un sistema fiscal fuertemente progresivo y flexible; una planificación territorial, democráticamente elaborada, una racional política agraría financiera; reforzamiento del papel de la empresa pública; potenciación y modernización de la industria.
En cuanto al aspecto socio-cultural se propone, entre otras cosas, la elaboración de un Código Urbanistico básico y la creación de un Ministerio de Planeamiento y Urbanismo y otro de Cultura. Este último sustituiría al de Información y Turismo.
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