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La deuda de los países en desarrollo, tema crucial en Manila

Las próximas semanas van a determinar un giro hacia el interés por la actualidad económica. El motivo es la reunión anual de los dos organismos financieros supranacionales -Fondo Monetario Internacional y Banco Mundial- que comienza el domingo próximo en Manila. Más de 3.000 representantes de gobiernos, consejeros, observadores y periodistas estarán presentes en la sesión de la capital de Filipinas durante una semana.

De la próxima reunión no se esperan nuevas iniciativas para abordar los problemas económicos del mundo. Se dirigirá, en cambio, a asegurar los progresos hechos en programas iniciados durante los últimos años, y a señalar áreas que todavía necesitan ajustes y arreglos.William E. Simon, secretario del Tesoro norteamericano, que pronunciará una conferencia el día 5 de octubre en Manila, ha señalado los aspectos más importantes de la situación económica internacional:

«Estamos empezando a ver la luz del final del túnel, en el sentido de que lo peor de la crisis está superado, pero ésto no quiere decir que nosotros podemos descansar. Incluso, si la inflación está siendo controlada en muchos países y si la expansión se ha puesto de nuevo en marcha, todavía subsisten grandes problemas -barreras aduaneras, desempleo, déficits de las balanzas de pagos, inflación, etc.-. Ello significa que debemos aportar soluciones como lo hicimos durante los períodos de crisis aguda.»

Los principales problemas que han enfrentado a los países del mundo occidental en los últimos años han surgido de las políticas fiscales y monetarias, del incremento quíntuple de los precios del petróleo, del embargo de crudos a finales de 1973 y de los efectos que surgieron de estos fenómenos: inflación galopante, recesión, elevado desempleo, disminución del comercio internacional, incremento de las deudas en muchos países industrializados y en los menos desarrollados.

Los temas de Manila

Los programas para asegurar la interrupción de estas tendencias están, ciertamente, entre los temas de discusión en la reunión de Manila, así como proposiciones para estabilizar el precio de las materias primas, establecimiento de un Banco Internacional de Recursos, un nuevo orden económico para los países en vías de desarrollo y la renegociación de los elevados déficits de dichos países. Este último punto puede ser un aspecto crucial de la discusión. Se estima que la deuda de los países no productores de petróleo del Tercer Mundo, alcanzaba a finales de 1973, 80 billones de dólares y ahora ha superado los 120 billones de dólares. Al mismo tiempo, los países productores de petróleo han acumulado un superávit aproximado de 22 billones de dólares en dicho período.El problema del reciclaje de los petrodólares ha planteado ya numerosos problemas.

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