Debate sobre la situación mundial
Por aclamación, como en los mejores tiempos de las Cortes españolas, José Finat y Escrivá de Romaní, conde de Mayalde, resultó elegido ayer tarde presidente de la Conferencia Interparlamentaria que, pocas horas antes, había inaugurado el Rey en el hemiciclo de las Cortes. La elección se produjo en el auditorium del Palacio de Exposiciones y Congresos, como prólogo a la sesión plenaria, durante la que se inició el debate general sobre la situación política, económica y social en el mundo, que deberá concluir en el curso de las sesiones, matutina y vespertina, convocadas para hoy.
El presidente del Consejo Interparlamentario, señor Dhillon, anunció que el Consejo recomendaba el nombramiento del conde de Mayalde, presidente del grupo español, como presidente de la conferencia. Al aplaudir los asistentes a la sesión plenaria, el señor Dhillon proclamó la elección, por aclamación, de José Finat y Escrivá de Romaní, de quien hizo un elogio.
El conde de Mayalde contestó con un discurso de gratitud por la elección de que acababa de ser objeto, e hizo historia de algunos de los hitos importantes de la Unión Interparlamentaria.
Recordó también que, de acuerdo con los estatutos, la citada Unión no agrupa a los Estados ni Parlamentos de los diferentes países, sino sólo a los miembros de cada uno de ellos, constituidos en grupos nacionales, para una misión común bajo el signo de la democracia.
Expresó su deseo, que calificó de utópico pero esperanzador para la humanidad, de que llegue a constituirse un gran Parlamento mundial. Aludió al momento español de evolución que tiende a dar a nuestro Parlamento —dijo— una mayor eficacia y representatividad.
Por último, prometió presidir los debates —en los que se van a tratar temas difíciles, dijo— con la más absoluta imparcialidad y pidió que prevalezca en ellos un espíritu de cordialidad.
Debate
Seguidamente, tras ser designado un vicepresidente por cada una de las delegaciones presentes en la Conferencia, se inició el debate sobre la situación política, económica y social. En la primera ronda de intervenciones, usaron de la palabra parlamentarios de los nueve países siguientes: Alemania Federal, Polonia, Pakistán, Unión Soviética, Estados Unidos, Noruega, República Democrática Alemana, Japón y Checoslovaquia.
El delegado polaco, señor Lipski, se refirió a la trascendencia de los acuerdos de Helsinki para la mejora del clima político mundial.
El delegado pakistaní, señor Sahibzada, se centró en la problemática económico-social y defendió que los países ricos ayuden a los países en vías de desarrollo.
El delegado soviético, presidente del Soviet de la Unión, señor Chitikov, destacó la influencia del XXV Congreso del Partido Comunista de la URSS en la paz mundial. Señaló que, hasta tanto se llega a un acuerdo completo sobre el desarme hay que lograr acuerdos parciales. Asimismo, pidió que Israel se retire de los territorios ocupados y que se escuche la voz de los palestinos.
Sobre el tema de la paz en Oriente Medio habló también el representante de Estados Unidos, señor Jarman, quien expresó su deseo de que finalice la guerra civil en el Líbano.
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