Reunión del PSOE con los parlamentarios europeos
«El proyecto de ley de reforma gubernamental es recusable», dijo ayer Luis Gómez Llorente, miembro de la ejecutiva del Partido Socialista Obrero Español en la reunión mantenida entre diversos dirigentes del grupo y varios delegados europeos en la conferencia de la Unión Interparlamentaria.
La Corona, añadió, no tiene una legitimación democrática, sino que fue instaurada por el general Franco y las instituciones que él creó. Afirmó también que el Parlamento que el proyecto configura carece de la legitimidad democrática necesaria para elaborar una Constitución, pues el sistema de elección del Senado, que otorga una gran mayoría a las provincias más despobladas, tendería a asegurar una mayoría conservadora en las Cortes.Criticó, además, los poderes desmedidos, casi ilimitados -dijo-, que el proyecto atribuye a este Gobierno, los cuales sólo podrían corresponder, en su opinión, a un Gabinete de amplio consenso popular con participación de todos los partidos.
Se lamentó también a la elaboración autocrática -según dijo- del proyecto, y advirtió que el Gobierno ha fingido una negociación con la oposición, pero no ha recogido las tesis de ésta.
Sobre el referéndum, del cual no se mostró partidario, indicó que en todo caso debería únicamente preguntar al pueblo si éste quiere elegir una cámara constituyente única, por sufragio universal y, con la participación de todos los partidos.
También pidió la instauración de todas las libertades, la derogación de las leyes represivas y el control democrático del proceso electoral. Por último, aseguró que el PSOE se identifica con Coordinación Democrática en su voluntad de negociar el tránsito a la democracia, pero, no -dijo- la misma democracia.
También habló el primer secretario del PSOE, Felipe González, quien, tras calificar la reunión como de amigos y compañeros, señaló que el PSOE les había querido contar su versión de la situación política española, ya que -dijo- van a recibir la versión oficial.
Nuestra actitud política -añadió- no es derrotista ni escepticista. Estamos convencidos de que el país va hacia la democracia, pero llamamos la atención sobre el exceso de optimismo que en el extranjero existe sobre la reforma, que incluso ha llegado a hacer cafificar el proyecto como muy positivo, afirmó.
El principio moderado de este optimismo -continuó- es éste: las reglas para medir la democracia en España son las mismas que las de los demás países extranjeros.
En cuanto a la representatividad del PSOE dijo que su partido representa a una parte importante del pueblo español, y calificó de casi ridícula la afirmación del presidente Suárez de que nadie es representativo hasta contar con el voto popular, oído -comentó- de quien ha recibido el poder sin legitimidad democrática.
Reiteró que no negociarían e contenido de la democracia, aunque sí el proceso para garantizar un tránsito pacífico hacia ella. «Queremos evitar -afirmó- una confrontación dentro del puebIo español, pero no renunciaremos la defensa de una democracia auténtica."
Si el proyecto gubernamental trata de conservar recursos autocráticos del poder -continuó- pondrá al país en una situación de dos bloques escindidos: el de los que quieren la democracia y el de los que no quieren abandonar el control autocrático del poder.
En la reunión se hallaban presentes los jefes de las delegaciones en la conferencia interparlamentaria de gran parte de los países de Europa occidental. Asistía también Manuel Turrión en representación de los militantes de la rama histórica del PSOE que actualmente negocian la reunificación.
Por otra parte, el Gobierno Civil de Madrid ha comunicado que en ningún momento prohibió el acto, como se dijo en principio, sino que la autorización sólo se retrasó, lo que pudo provocar el malentendido.
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