Los sindicatos británicos apoyan a la UGT
«Los sindicatos británicos son partidarios de la unidad de todas las fuerzas sindicales en España. Pero ésa es una cuestión que deben decidir los propios españoles. Nosotros tenemos aquella posición y nos gustaría que fuese aceptada porque estimamos que la unidad sindical es lo mejor».La frase, pronunciada en la emisión española de la BBC, es de Jack Jones, secretario general del Sindicato de Trabajadores del Transporte, el más poderoso del Reino Unido. Refleja la posición oficial que el Congreso Sindical Británico, el TUC, que representa a unos 15 millones de trabajadores, mantiene con respecto al futuro de los sindicatos en España. Esa opinión será repetida por el señor Jones cuando visite España en noviembre próximo junto con una comisión de sindicalistas británicos que acuden a nuestro país invitados por la UGT. En este momento, el sindicato español que el TUC apoya oficialmente es el de la Unión General de Trabajadores, cuyo secretario general fue invitado al reciente congreso que el TUC celebró en Brighton. En esa conferencia estuvo presente también un representante del sindicato de solidaridad de trabajadores vascos.
El apoyo que el TUC ,presta a la UGT se ha intensificado en los últimos meses. Se han sucedido los contactos, y, para rematarlos, se ha preparado la visita que la comisión a la que nos referimos antes va a hacer a Madrid, Barcelona y Bilbao. Esta relación no ha disminuido la corriente que algunos sindicatos integrados en el TUC han establecido con otras unidades sindicales españolas.
Por ejemplo, a finales de noviembre unos representantes del Sindicato de Impresores (Socat) se trasladarán a España para visitar a sus colegas de Comisiones Obreras, cuyo líder, Marcelino Camacho, fue muy bien recibido no sólo en el cuartel general del Partido Comunista, sino en ambientes oficiales del TUC cuando visitó Gran Bretaña hace unos meses.
La comisión del Socat no pretende entrevistarse sólo con las CCOO sino que contactará con otros grupos, con el objeto de obtener una visión global de lo que es el actual sindicalismo español.
De momento, lo que los sindicalistas británicos en general mantienen con respecto al movimiento sindical de España es la misma actitud que con relación a la reforma democrática se sigue en los ambientes políticos.
Se considera en Gran Bretaña que no podrá decirse nada concreto acerca del sindicalismo español hasta que el Gobierno no señale claramente los puntos sobre los que ha de regirse la inevitable libertad sindical.
Por otro lado, se piensa que mientras esa libertad sindical no exista, el Gobierno debe abandonar toda esperanza de conseguir un contrato social con los trabajadores. Tal contrato, se decía hace unos días en un editorial de The Economist, una revista de centro, es esencial si la Administración quiere resolver los graves problemas económicos a. los que se enfrenta la España de hoy.
El sindicalismo alemán apoya el sindicalismo de inspiración socialista
La Confederación Alemana de Sindicatos (DGB) es la organización central de los sindicatos alemanes en que se encuentran organizados 16 sindicatos. Su jefe del Departamento de Relaciones Exteriores, Erwin Christofersen, ha comentado con el corresponsal de EL PAIS en Bonn diferentes aspectos de la actualidad sociopolítica española, especialmente en lo que se refiere al ámbito sindical. A continuación ofrecemos una breve síntesis de las exposiciones más interesantes del sindicalista alemán.Contactos de la DGB con organizaciones sindicales españolas
Christofersen: «En primer lugar he de decir que jamás hemos mantenido contactos con los sindicatos oficiales en España, que no consideramos como sindicatos, sino simplemente como brazo prolongado del Estado.
Jamás hemos buscado este contacto desde la neofundación de la Confederación Alemana de Sindicatos, o desde que se fundó la Confederación Internacional de Sindicatos Libres, en 1949. Desde aquella fecha hemos mantenido contactos muy estrechos con dos organizaciones, con la UGT en el exilio, lo mismo que con la organización vasca STV (Solidaridad Trabajadores Vascos). Algunos sindicatos, como la Ig Metall (sindicato metalúrgico) han mantenido además contactos con la USO, que nosotros nunca mantuvimos».
Sobre la evolución del sindicalismo ilegal .
Nosotros consideramos que la UGT es una organización sindical legítima y auténtica que trabaja de modo tradicional y de la que esperamos que dentro de poco pueda volver a actuar con libertad e independencia. Lo mismo podrá decirse probablemente con respecto a la USO, aunque difiera en sus tendencias políticas. En lo que atañe a las Comisiones Obreras opinamos que no se trata en ellas de sindicatos propiamente dichos, sino de grupos surgidos en un principio de forma espontánea a nivel empresarial y que hoy reivindican para sí los comunistas españoles».
La situación laboral española no es comparable con la portuguesa
Christofersen: «Nosotros opinamos que todavía no puede emitirse un juicio definitivo, de ahí que seamos muy prudentes en la valoración de lo que está aconteciendo en España. Sabemos con quiénes queremos cooperar y sabemos al mismo tiempo en quienes podemos confiar como amigos democráticos. Son los sindicatos con los que colaboramos desde hace años. Hemos asistido en Portugal a una evolución en la que nuestros amigos tuvieron serias dificultades para imponerse en contra del aparato comunista, la Intersindical. Ni opinamos que la situación en España sea comparable a la portuguesa por el mero hecho de que en España existe una tradición democrática. Los partidos socialistas españoles tienen su propia tradición, su propia historia y han conservado, además, sus propias estructuras,aunque lo hayan tenido que hacer en la clandestinidad. De ahí que partamos del supuesto de que en España, lo mismo que en Portugal, y éste es el único extremo comparable, los socialistas saldrían victoriosos de unas elecciones generales. Creemos que una organizacion sindical socialista fuerte puede soportar en sus filas a algunos comunistas. Ahora bien, no debería darse crédito siempre a todo lo que ellos dicen ».
La clase trabajadora española, ante la crisis económica
Christofersen: «Como organización sindical de un país no tenemos la misión de dar consejos a nuestros compañeros en España, que sabrán perfectamente lo que han de hacer.
Es el deseo de nuestros colegas españoles, deseo que apoyamos, que la ayuda por parte de la Comunidad Europea sólo se preste a España cuando el Gobierno de Madrid dé a entender con hechos y no con palabras exclusivamente, que transformará a España en un Estado democrático. Entonces creemos que deberá prestarse a España y a Portugal toda ayuda, cuanto sea posible. En el momento actual será, sin duda, difícil aconsejar a nuestros compañeros españoles que se ahorren un otoño agitado. Opino que el otoño cálido, con el fin de conseguir la democracia y la libertad sindical, es un medio adecuado, ahora bien, para la mejora de las condiciones de trabajo será aconsejable, seguramente, cooperar con un Gobierno dernocrático que realmente esté dispuesto a la cesión de derechos democráticos a los sindicatos con el fin de lograr la recuperación de la economía hispana».
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