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La mayoría de los militantes del FRAP abandonan el partido

La mayoría de los militantes residentes en España del Partido Comunista de España marxista-leninista (PCE m-l), entre los que se encuentran la mitad del comité central, algún miembro del ejecutivo y la mayor parte de los cuadros en el interior, han decidido romper con la dirección del partido y abandonar la organización.Esta decisión fue ayer anunciada por varios de los protagonistas de este abandono, entre los que se encontraban los dirigentes más conocidos del partido, encarcelados en mayo de 1973 y que se encuentran en libertad, tras la aplicación de la amnistía.

Las razones dadas para abandonar el PCE (m-l) y su organización de masas, Frente Revolucionario Antifascista y Patriótico (FRAP) son, según un documento hecho público, «la gravedad de los errores cometidos por el PCE (m-l) y la imposibilidad de llevar a cabo una lucha ideológica profunda en su seno debido a la actitud antidemocrática y burocrática del comité ejecutivo».

Los disidentes han explicado que el proceso autocrítico que les ha conducido a tomar esta decisión ha pasado por dos fases: primeramente, el constatar una serie de hechos que ponían en evidencia su aislamiento con respecto a las masas y su alejamiento de la realidad del país, «hechos que se concretaban en nuestra incapacidad para dar una alternativa revolucionaria al movimiento obrero y popular en ascenso y que pretendimos analizar y rectificar, sin que hubiese ninguna actitud positiva por parte del comité ejecutivo».

En segundo lugar -indican-, un esfuerzo por analizar las raíces de estos hechos, que nos ha llevado a caracterizar la línea dominante en el PCE (m-l) como una línea aventurera izquierdizante.»

En este proceso autocrítico, afirman los disidentes que el PCE (m-l) ha sido subjetivo a la hora de analizar la realidad del país y dogmático en el terreno político-ideológico y no ha tenido línea de masas como se refleja en su profundo desprecio por las luchas reales del Estado español, que ha determinado sectarismo respecto a otras organizaciones de las propias masas. Señalan también que su estructura organizativa, ha estado dominada por el burocratismo, en la que los métodos antidemocráticos han impedido la crítica y la lucha ideológica.

La gran mayoría del partido que ha provocado este rompimiento no piensa de momento reivindicar el nombre del partido, ni constituirse, por ahora, como un sector escindido. Según declararon, se encuentran en un período abierto de discusión y análisis, tanto de su experiencia en estos años, como de la integración en el movimiento obrero y popular existente en el Estado español, sin abandonar su ideología marxista-leninista.

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Según explicaron, los orígenes de este movimiento datan de la política adoptada por el PCE (m-l) y el FRAP el verano pasado, cuando la organización llevó a cabo una serie de asesinatos de policías y la posterior ejecución de tres de sus militantes. Al parecer, esta estrategia fue adoptada por el comité ejecutivo sin que fuera aprobada por muchos de los militantes. El rompimiento definitivo se produjo en la II Conferencia del partido, celebrada el pasado mes de agosto en Francia, cuando la gran mayoría de los miembros del interior decidió separarse definitivamente. Tras este abandono puede afirmarse que el PCE (m-l) y el FRAP han desaparecido en el interior (España) como organización.

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