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Piragüismo

Hernando Calleja, otro presidente que espera

El piragüismo, como la vela, ha sido uno de los dos deportes «milagro» de nuestro país en los últimos años. Tras el título mundial en K-4 logrado el año pasado por Misioné, Celorrio, Menéndez y Díaz Flor, la medalla de plata en Montreal, con el mismo barco, y una magnífica actuación conjunta, con un cuarto y dos quintos puestos en otras pruebas, supusieron la confirmación de un trabajo bien hecho. Al margen quedaban otros asuntos internos. Ahora la noticia «bomba» ha surgido con la dimisión del presidente de la Federación Española, Hernando Calleja.Aunque parezca mentira, y quizá como un raro ejemplo, -al revés de lo que ha venido sucediendo durante mucho tiempo en nuestras federaciones-, justo cuando el piragüismo ha alcanzado su máximo esplendor, su primer dirigente dimite. La noticia, en principio, vino de Lérida. En la provincia ilerdense, como en todas las demás integradas en la nacional, se había recibido una carta del presidente en la que anunciaba su dimisión. Los términos, desde luego, eran inequívocos: No te sorprenderá mi dimisión, aunque haya sido después del éxito de Montreal, pues esta decisión data de mucho tiempo antes. Concretamente desde Munich. Aparte de comunicarlo a todas las autoridades deportivas, incluso se lo he dicho en una entrevista personal al propio delegado nacional durante el viaje a Montreal. También lo he repetido en prensa y radio en diversas oportunidades. Diecisiete años, que son los que llevo alfrente de la Federación, son ya muchos, y es hora de que entren aires, frescosy renovadores. Esta es la primera razón de mi dimisión. La segunda, la grave enfermedad que sufrí en diciembre pasado y que me obligó a una operación en marzo. Por ello tuve que dejar el mando directo de la Federación y eso tampoco es bueno.

Hernando Calleja, en efecto, tuvo una grave dolencia y sólo gracias a su magnífica constitución pudo sobrellevarla. De cualquier forma, no parece compensar su recuperación y la alegría olímpica al cansancio de un cargo, Si aún continúa al frente de la Federación Española en estos instantes es porque en la DND se lo han pedido. Su caso, realmente curioso, se convierte ahora en otro ejemplo más de la improvisación que manda casi siempre en el deporte español, en especial tratándose de los deportes «minoritarios». Sin ir más lejos actualmente existen dos casos más en federaciones nacionales, las de Rugby e Hípica, con presidentes que han presentado la dimisión y a los que se ha mandado esperar. En el caso de Florencio Noriega, en la de balón oval, su dimisión inicial tuvo fecha de diciembre del año pasado. Tal como están los tiempos, con una reestructuración anunciada, en la que parece ser la designación directa dejará paso a unas elecciones, caben ya otras soluciones.

Lo que sí ha chocado hasta ahora realmente es que mientras en otros deportes ha habido casi siempre cola para los cargos directivos, en otros, por haber estado quizá dejados de la mano totalmente durante muchos años, resulta que a un presidente veterano y que se supone -es un suponer-, todo lo hacía bien.

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