_
_
_
_
Motociclismo

Angel Nieto, por encima de la corona de laurel

Angel Nieto se ha proclamado campeón del mundo en la categoría de 50 centímetros cúbicos, sin haber terminado oficialmente el calendario de pruebas del campeonato. El español consigue así su séptimo título mundial. Desde que hace 71 años comenzaron, en Europa las primeras competiciones motociclistas deportivas, solo tres hombres (Giacomo Agostini, 15 títulos mundiales; Carlos-Ubbiali, 9 títulos, y Mike Hailwood, 9 títulos) han superado el palmarés del piloto español.

Más información
Los mejores estarán en Monjuich

Angel Nieto tiene ese algo indefinible que diferencia a los campeones de la masa gris de competidores (los llamados obreros del deporte), aquello que distingue entre el espíritu de lucha y el deseo de vencer por encima del propio miedo y la falsa gloria del arrivista que centra sus ambiciones en la vanidad temporal que proporciona la corona de laurel y la foto subido en el podio. En una reciente entrevista, Niki Lauda decía que los parabienes, las palmadas en la espalda y, hasta los aplausos del público al final de cada carrera le suelen dejar indiferente. Lo que verdaderamente contaba en su ánimo (y en esto no quería engañarse) era el análisis frío de su comportamiento en el transcurso de la carrera.Una de las creencias más sostenidas por Nieto es la de que aquel que pretenda aspirar a algo importante en el motorismo debe medirse en circuitos internacionales con pilotos y marcas internacionales. El, mejor que nadie, sabe que los principios fuera de nuestras fronteras son duros y nada fáciles, pero que a la larga esta experiencia permite plantear cada carrera como una batalla en la que son tenidos en cuenta el circuito y el conocimiento profundo de los más difíciles rivales.

El milagro de los 50 cc.

De los siete títulos mundiales obtenidos por Nieto, cinco lo han sido sobre motos de 50 centímetros cúbicos. Los detractores que toda figura tiene sostienen que ganar carreras sobre esta pequeña máquina carece de méritos deportivos. Sobre este aspecto conviene hacer algunas puntualizaciones.El minúsculo pistón que da vida al único cilindro de estas máquinas tiene el tamaño aproximado de la mitad de un bote pequeño de conservas; su capacidad cúbica es 59 veces menor que la total de cualquier motor de la fórmula 1.

Su peso en orden de marcha, 55 kilogramos, aproximadamente, la hace increíblemente, difícil de manejar.

Pues bien, esto, que descrito así puede parecer un juguete, desarrolla tal potencia en caballos por centímetro cúbico que hace que este motor de combustión interna sea uno de los más potentes que existen en relación con, su cilindrada total.

La velocidad punta anda por los 210 k.p.h. en sexta velocidad, a 15.500 revoluciones por minuto. Tiene su aprovechamiento máximo en las 750 r.p.m. finales, lo que obliga al piloto a mantener constantemente estos regímenes de motor utilizando el cambio de velocidad de modo tan preciso que no admite el menor fallo. Pero por si esto fuera poco, la altísima velocidad de giros del motor durante toda la carrera expone al cilindro al sobrecalentamiento excesivo, al que la dilatación puede dejar clavado en pleno funcionamiento. En estas ocasiones el accidente es imprevisible y peligroso. Y si todavía alguien duda del riesgo y de los discutidos méritos de nuestro menudo campeón, solamente añadiremos que en el último Gran Premio de la RF de Alemania, en los largos y difíciles casi 23 kilómetros y las 180 curvas del endiablado Nurburgring, Nieto sólo tardó en recorrerlos con la pequeña Bultaco tres minutos más que James Hunt con su potente Mclaren de Fórmula 1.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_