El presidente anunciará su reforma en Televisión

En el Consejo del próximo viernes podría acordarse definitivamente el proyecto de reforma constitucional del Gobierno Suárez y, según todas las noticias, probablemente el sábado el presidente presentará al país, a. través de las cámaras de TVE, un programa concreto de Gobierno y el calendario para llevarlo a cabo.

Según fuentes próximas a la Presidencia del Gobierno, el señor Suárez tendría totalmente ultimado su programa, en el que, en principio, no se incluye proyecto alguno de ley electoral. El hecho de que el señor Suárez haya llevado de una forma muy directa la elaboración de este programa, así como su protagonismo casi exclusivo -en línea directa con La Zarzuela- en los proyectos de reforma política y en su calendario de aplicación, ha provocado algunas disensiones en su Gabinete, en especial por lo que respecta al señor Osorio.El vicepresidente segundo, que fue uno de los artífices de la composición del actual Gabinete, ha visto bastante recortadas sus posibilidades decisorias -como anunciábamos en nuestra edición del domingo- y, con ello, las posibilidades de influencia en el Gabinete del equipo de jóvenes democristianos que acudieron a la llamada de Osorio han bajado bastantes grados. Uno de estos ministros -el señor Reguera- decía ayer en Tortosa a este respecto que «el presidente Suárez es quien protagoniza la formulación de futuro».

Este protagonismo del señor Suárez, que viene actuando con las mismas facultades y poder que el jefe ejecutivo de un sistema presidencialista occidental, pero con el factor de obediencia constitucional al Trono, se ha puesto de manifiesto también en la entrevista mantenida el pasado fin de semana con el presidente del Partido Socialista Popular, Enrique Tierno.

Según fuentes de Coordinación Democrática, este nuevo encuentro propiciado por el señor Suárez no significa en sentido estricto que el Gobierno esté dispuesto a negociar con la oposición, ya que los dos interlocutores se entrevistaron a título particular y sin que el señor, Suárez hablara en ningún momento en nombre del Gobierno. Lo mismo puede decirse del profesor Tierno, que no actuó como portavoz de la oposición. El diálogo Gobierno-oposición se encontraría, pues, en la misma fase que hace un mes, cuando después de los primeros contactos se diluyeron las posibilidades de llegar a una negociación formal.

Esta negociación o pacto se presenta hoy por hoy difícil, tanto por la postura del Gobierno como por la de la oposición. El primero parece decidido -al menos su titular- a encaminar el proceso de la democracia a través de las instituciones, y de hecho ya tiene elaborados un programa y un calendario, sin que ninguno de los dos haya sido negociado con la oposición.

Esta última, por su parte, y tras el inicial consenso logrado -pese a grandes dificultades- en su reunión del pasado sábado, parece reafirmarse en la postura de que la negociación con el Gobierno debe realizarse de una forma unitaria y pública con el conjunto de las fuerzas democráticas, partiendo de unas cuestiones iniciales no negociables. Estas serían: la garantía previa del libre funcionamiento de todas las organizaciones políticas y sindicales y la apertura de un proceso constituyente.