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Tribuna
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Panorama desolador

A la vuelta del turno principal de las vacaciones, el panorama bursátil es francamente desolador. En la sesión de ayer, martes, última de agosto, pero, en cierto modo (empezaba la semana), primera de septiembre, por quinto día consecutivo, el índice general del mercado madrileño volvía a registrar una nueva mínima del año, sin que se vislumbrara el más leve resquicio de esperanza. pese a los denodados esfuerzos del Banco de España, cuyo nuevo gobernador va a tener que emplearse a fondo, no ya para animar el ambiente. sino. simplemente. para impedir que la fachada de la economía española (en cierto modo esto es la Bolsa), se derrumbe.A estas alturas, huelga decir que es la gran falta de confianza de inversores y empresarios el sustrato de este importante deterioro, que sólo con un despeje real de la incertidumbre política podría subsanarse.

El departamento minero-siderúrgico, uno de los más castigados en agosto, fue el único que en la sesión de ayer se anotaba variación positiva, si bien simbólicamente.

En el grupo bancario persiste la grave situación y los Bancos sólo operan al 10 por 100, los pocos que lo hacen, mientras que muchos fijan posición papel, a pesar de que se ofrecían un 1 por 100 por debajo de la cotización anterior. Ayer, por ejemplo, «los siete grandes» comerciales no casaron operación, con lo cual el respectivo índice parcial sólo desmerecía unas centésimas.

La baja sectorial mayor correspondía a los títulos químicos, a pesar de la presencia del Banco de España, lo mismo que en otros corros. Pero es que tampoco puede ir a contracorriente y lo más que hace es propiciar una cierta liquidez, para que no se encone más el ambiente, al haber muchas órdenes vendedoras, verbigracia, en químicas.

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