Se intensifican las demoras en los aeropuertos españoles
Mientras se agrava la situación en los aeropuertos españoles, debido a un nuevo endurecimiento de la huelga de celo de los controladores de Madrid y Barcelona, parece ser que los controladores de diversos países europeos, que siguen con atención el desarrollo de los acontecimientos que protagonizan sus compañeros españoles, han manifestado ya su intención de adoptar una postura de solidaridad, según ha podido saber la agencia Pyresa.
La huelga de los controladores está dando lugar a reacciones de signo distinto entre los sectores afectados. Por un lado, los viajeros y las compañías son quienes más se lamentan, pues son, lógicamente, los más afectados. Sin embargo, parece ser que auxiliares de vuelo y trabajadores allegados a diversos estamentos que, de alguna forma, colaboran o dependen del servicio del control de vuelo, ven con simpatía la actitud adoptada por los controladores. En este sentido, fuentes del personal técnico y auxiliar de la compañía Aviaco manifestaron su «apoyo moral» con los huelguistas, y en iguales términos se definieron los oficiales y azafatas de Iberia, según informó su asesor jurídico, Juan Manuel Hernández (véase EL PAIS del día 26).
Por su parte, los controladores catalanes proseguían ayer la huelga con mayor intensidad, y en el aeropuerto del Prat únicamente pueden aterrizar dieciocho aviones, de los noventa vuelos a la hora que normalmente se reciben. Siempre según la agencia Pyresa, circularon esta semana rumores de que, de no resolverse el conflicto el próximo lunes, se podría ir a una paralización total de las actividades en el mencionado aeropuerto.
Al mismo tiempo, las alteraciones ocasionadas por la actitud de los controladores de Paracuellos, en Madrid, no pueden ser corregidas desde la torre de Barajas, dadas las características del control de aproximación. Siguen, por tanto, intensificándose las demoras producidas en todos los aeropuertos españoles.
Mientras, se están llevando a cabo diversos contactos entre varios controladores y las autoridades de la Administración militar de que dependen, sin que hasta el momento se haya llegado a otro acuerdo que no sea el de reconocer ambas partes las deficiencias del material técnico que manejan, existiendo ya, según la agencia Logos, una promesa formal por parte de la Administración de acometer la mejora y la sustitución de este equipamiento técnico. Sin embargo, ésta sería una tarea que exige, por sus características, bastante tiempo. «Si los controladores mantienen su actitud de huelga de celo -declaró un portavoz de técnicos próximos a los controladores-, hasta que puedan usar unos nuevos equipos, la cosa va para largo».
La Administración, por su parte, no puede tomar represalias contra los huelguistas, dado que su actitud imprime un ritmo de mayor seguridad en el tráfico aéreo.
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