2-0, el Barcelona ganó su noveno Gamper

La lluvia caída sobre Barcelona una hora antes del encuentro final del trofeo Gamper estuvo a punto de suspender por primera vez en su historia, ésta la final del torneo barcelonista. Gracias al formidable drenaje del campo, la lluvia que no había formado charcos fue absorbida casi milagrosamente, y el partido pudo celebrarse, aunque el terreno del césped, por supuesto, no fue lo más adecuado para un partido de fútbol. Sin embargo, hay que felicitar, en primer lugar, a los dos equipos por el esfuerzo extraordinario de sus jugadores al superar con éxito unas circunstancias adversas. Concretamente, el Barcelona se empleó al máximo desde el primer minuto, luchando con un espíritu muy encomiable y un derroche total de facultades. El conjunto de Michels ha demostrado estar magníficamente preparado, ya que de lo contrario no hubiera podido soportar la inclemencia y la adversidad de un campo de juego en esas circunstancias.Con respecto al equipo del día anterior, Michels hizo una sola e importante variación: se dejó en la caseta a Marcial y sacó a Asensi. El resto del «once» titular fue el mismo que venció el día anterior al Sparta de Praga.

La primera parte se caracterizó por un dominio total del Barcelona, que se hizo dueño del centro del campo gracias a la labor de Asensi, Neeskens y Cruyff. La defensa estaba muy sólida bajo el mando de Migueli. Y en el ataque, Cruyff alternaba su misión de centrocampista con la de delantero. Bien ayudado por Asensi, que también desdoblaba su función, e incluso por Neeskens.

En esos primeros 45 minutos hubo claras ocasiones de marcar a cargo de Cruyff en el minuto 10; Neeskens, en el minuto 15; Asensi, en el minuto 18; Clares, en el minuto 20; Rexach, en el minuto 34, y de nuevo Cruyff, en el minuto 35. Asensi, en el minuto 39, rozaría de nuevo el gol, pero sería Neeskens, dos minutos después, el que conseguiría el primer tanto de la noche en una extraordinaria jugada que inició Cruyff y culminó su compatriota con un soberbio remate de cabeza. La ovación que sonó en el estadio fue de gala. Un minuto después, en el 42, Clares consigue poner el marcador en 2-0 a favor del Barcelona.

Los últimos 45 minutos, al contrario de los primeros, no tuvieron historia. Ambos equipos acusaron el cansancio, sobre todo el Barcelona, que se mostró conservador por la ventaja que llevaba en el marcador. Los alemanes intentaron en esta segunda parte contraataques, pero el estrecho marcaje de Macizo sobre el hombre clave del ataque germano, Grabowski, desbarató cualquier posible peligro. Las dos ocasiones más claras de marcar volvieron a estar a cargo del Barcelona en los últimos minutos del encuentro por parte de Rexach y Neeskens, pero ninguno de los dos tuvo la fortuna de conseguir diana. Con el resultado de dos a cero, conseguido en la primera parte, finalizaría este encuentro, que le supone al Barcelona la conquista por novena vez del trofeo Juan Gamper.

El Sparta de Praga, tercero

El Sparta de Praga se adjudicó el tercer puesto del torneo al vencer en la tanda de penalties al TSKA de Moscú. El tiempo reglamentario finalizó con empate a un gol. Como en el encuentro final, la lluvia fue el protagonista más destacado. Soviéticos y checoslovacos hicieron un derroche de energías para sobreponerse a las dificultades propias de un terreno de juego resbaladizo.