Alteraciones en los vuelos por la huelga de celo de los controladores
«No tenemos constancia de que se esté produciendo algún hecho anormal en los aeropuertos y además no podemos informarles de nada», ha manifestado, a través de la centralita del Ministerio del Aire, el jefe del Servicio de Aviación Comercial, a EL PAIS al ser preguntado, a última hora de la tarde de ayer, sobre una huelga de celo de los controladores aéreos de varios aeropuertos españoles.Las agencias Cifra y Pyresa informan, sin embargo, que un total de 150 controladores aéreos de Barajas continúan en «huelga de celo», iniciada hace más de una semana por sus compañeros del aeropuerto del Prat, de Barcelona.
El departamento de tráfico de Barajas manifestó a EL PAIS su desconocimiento del hecho.
Lo que sin duda es cierto es que desde hace varios días se están registrando considerables retrasos en los vuelos.
La«huelga de celo» consiste en aplicar escrupulosamente todos los controles exigidos por los reglamentos de seguridad aérea, lo que significa una mayor lentitud en las operaciones de llegada y despegue de los aviones. Las consecuencias de esta actitud son los retrasos de más de siete horas de duración en determinados aeropuertos (Palma, Ibiza, y Barcelona, principalmente) y los perjuicios a compañías turísticas europeas, concretamente a las inglesas, alemanas y de los países nórdicos, según hemos podido saber a través de personal de Barajas.
Los controladores reclaman una mejora en la situación jurídico laboral, la puesta a punto de los equipos técnicos con la consiguiente modernización a nivel europeo y la ampliación de los puestos de trabajo. En este sentido, los controladores manifiestan la necesidad de incrementar los puestos de trabajo en aquellos aeropuertos y centros de control donde el tráfico tiene mayor intensidad. Sus protestas se fundamentan en el hecho de que en Madrid trabaja sólo la tercera parte de la plantilla que realmente sería necesaria para un servicio eficaz y que en España existen un total de 700 controladores aéreos, mientras que en París hay 400 sólo en sus dos aeropuertos.
Duodécima jornada de conflicto en Barcelona
En el aeropuerto de Barcelona continúa la «huelga de celo» que ha entrado hoy en su duodécima jornada. Los retrasos en las llegadas y salidas de los diferentes vuelos son cada vez más considerables. La actitud del personal de vuelo tiene ya repercusiones internacionales.
La situación no afecta en absoluto a la seguridad de los viajeros pero produce un cierto nerviosismo entre el público, particularmente entre aquellos que están esperando en el aeropuerto la llegada de alguna persona.
EL PAIS pudo comprobar en fuentes directas, pese al gran hermetismo informativo que rodea el tema, que existe un claro convencimiento de que la Subsecretaría de Aviación Civil puede intervenir para solucionar el conflicto en los próximos días. Las reivindicaciones del personal de control aéreo se centran en mejoras de tipo técnico en las instalaciones, nuevas tablas salariales y modificaciones en su Seguridad Social.
La situación conflictiva, además de repercutir en el servicio, representa enormes pérdidas para las compañías aéreas. Algunas fuentes han informado que cada cinco minutos de espera para tomar tierra representan a la compañía propietaria del avión un gasto superior a las cinco mil pesetas.
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