Repercusiones en Londres

El efecto que el trabajo lento de controladores aéreos españoles ha tenido en los aeropuertos británicos ha sido espectacular. Miles de pasajeros han visto retrasados sus vuelos a veces hasta durante 17 horas. Muchos de ellos se han visto obligados a dormir en los aeropuertos. La situación fue especialmente caótica el sábado, sobre todo en el aeropuerto de Manchester. Ayer, sin embargo, los retrasos se quedaron reducidos de una a cuatro horas sobre el horario previsto en los billetes. De todos modos, a partir de los problemas habidos el sábado en los aeropuertos de este país, una compañía muy bien orquestada por las agencias de viajes impidió la creación de nuevas aglomeraciones, al ponerse estas agencias en contacto permanente con los pasajeros cuyos vuelos podían estar afectados.La última quincena de agosto es la elegida por un gran número de británicos para efectuar sus vacaciones anuales. Por esta razón, los mayores problemas se han producido en Manchester, Luton y Gatwick, de cuyos aeropuertos salen la mayoría de los vuelos charter.

No parece que las inconveniencias causadas hayan producido cancelaciones o, en cualquier caso, una reticencia por parte británica a seguir la ruta española para pasar sus vacaciones. Un portavoz de la organización que agrupa a las agencias de tour operators ingleses dijo ayer que se habían realizado todos los vuelos previstos desde Inglaterra y que el trato a los pasajeros en los aeropuertos mientras esperaban por la salida de sus aviones había hecho «mas bien confortable» la espera.

En cuanto a los turistas británicos retenidos en España a causa del retraso de sus propios vuelos, el mismo portavoz dijo, añadiéndole filosofía al asunto, que para esos turistas la cosa había sido menos dramática, puesto que han podido disfrutar gratuitamente, en algunos casos, de hasta dos días más de vacaciones.