El Peñarol, goleado

Al Peñarol lo recibirán en Montevideo con honores de gran derrotado. La gira europea del equipo uruguayo no puede ser más nefasta. A falta de los encuentros que esta semana dispute en el torneo Ciudad de Granada, los aurinegros han cosechado, en cinco encuentros -contado el que jugó en Glasgow- 18 goles en contra por sólo tres a favor.El Torpedo se resarció de la derrota que le infringiera el sábado el Málaga en la fase eliminatoria del torneo. Aquellos cinco goles encajados ante los propietarios de La Rosaleda se los remitieron a un Peñarol que pudo encajar -si no muchos- algunos más. Faltos de la preparación adecuada, los aurinegros fueron una presa fácil para los soviéticos, que los dominaron de principio a fin. Filatov y Belenkov fueron los encargados de deshacer una zaga uruguaya en la que González no podía competir en velocidad, Perurena no encontraba el camino del orden y Zoryez se desencajaba ante las arremetidas del ala derecha formada por Belosov, Petrenka y Chabrostin.

En las filas del Peñarol sólo dé Morena, en las condiciones en que se disputaba el encuentro, podía esperarse una reacción genial que apuntalase una fama conquistada por el equipo hace años y que no ha justificado ni por asomo.

En Torremolinos, donde se hospedaba el Peñarol, se habló de suspender la gira europea, o lo que es lo mismo, no disputar el trofeo Ciudad de Granada. Se decidió continuar en España y jugar los dos encuentros pendientes. El equipo ha hecho el ridículo a este lado del Atlántico. Y a quien más ha perjudicado esa actuación negativa ha sido a Morena, que da la impresión que arrastra -como sus compañeros- los pies por el campo. En Granada, no obstante, el internacional tendrá oportunidad de fichar por el equipo que ahora dirige Héctor Núñez, un técnico que gusta del fútbol que hace -o puede hacer- el jugador. El próximo fin de semana será decisivo para su futuro. Si en Los Cármenes revalida su clase de futbolista es más que probable que no regrese a su país con un equipo que por campos españoles ha labrado goleadas que en otro tiempo serían inexplicables.