La Ley Electoral, ultimada por el Gobierno

El sistema previsto en la futura ley electoral, cuyo texto se encuentra ya muy avanzado y podría adoptar la forma de decreto ley, es el mayoritario, distrital y por balotaje, con segunda vuelta en caso de empate, muy similar en esto al francés, según se ha manifestado a Europa Press en medios políticos bien informados.Los mismos medios señalaron que, con algunos retoques de importancia, en el citado proyecto se mantienen las ideas sobre las cuales trabajó el Gobierno anterior. Estas ideas, como ya se dijo a finales de mayo pasado, tendían a favorecer la formación de grandes partidos y de coaliciones electorales amplias. Como se recordará, las notas más destacadas eran, en síntesis, las siguientes:

-Distritos electorales: formación de distritos en razón al número de habitantes (el módulo elegido eran los 175.000), con lo que el ámbito territorial no tendría que coincidir con el de las provincias. Cada provincia se dividiría en tantos distritos como diputados tuviera derecho a elegir. Por la inminencia de las primeras elecciones (antes previstas para los primeros meses del próximo año, y ahora se cree que para mayo) se pensaba facultar al Gobierno para regular para esa sola ocasión y por decreto, la fijación de distritos.

-Campaña electoral: las campañas durarán 20 días, durante los cuales se podrían utilizar los locales de centros oficiales para propaganda oral y reuniones. Los candidatos (cada uno podría sólo presentarse por un distrito electoral, al igual que un elector sólo podría elegir a un candidato), serían presentados a través de asociaciones o partidos avalados por las firmas de más de 1.000 electores. Los gastos de la campaña serían subvencionados a su término con cargo a los presupuestos del Estado, según una valoración media general.

-Segunda vuelta: habría una segunda vuelta, en caso de ser necesaria. El candidato que en la primera consiguiera la mayoría absoluta de votos emitidos, siempre que esa mayoría representara el 25 por 100 del censo electoral de su distrito, sería considerado electo. El anteproyecto manejaba dos variables, por si ningún candidato alcanzara ese resultado: pasarían a una segunda vuelta los beneficiarios de más del 10 por 100 de los votos emitidos, o los tres candidatos con mayor número de votos en cifras absolutas. La legislación electoral francesa utiliza la primera fórmula, aunque se estudia el elevar al 15 por 100 el exigible sobre el total de votos emitidos para atender a la segunda vuelta..