Juantorena y Ender, junto a los dioses del Olimpo
, El nuevo dios olímpico es Alberto Juantorena. La nueva diosa, Kornelia Ender. Lasse Viren y Jhon Naber escoltan al cubano entre coronas de laurel. Nadia Comaneci e Irena Swinska son las nuevas vestales que animan el fuego sagrado de la 88 olimpiada que ha comenzado ya y finalizará con los Juegos de Moscú dentro de cuatro años.Habrá grandes discusiones en la prensa mundial para definir a los grandes triunfadores de Montreal.
A mi juicio, entre Juantorena y Viren hay que inclinarse por el primero. Juantorena ha sido el primer atleta que ha ganado las pruebas de 400 y 800 metros, y además ha tenido el mérito de reunirlas en unos mismos Juegos. En este aspecto, la figura del cubano es singularísima. Por otra parte, de dos medallas de oro, una ha sido lograda con un récord mundial. Juantorena es, además, la novedad.
Viren ha repetido la hazaña de Munich, cosa importante, pero su caso no es único ya que Zatopek en 1952, logró el más allá con los cinco, diez mil y marathon, tras haber sido antes plata y oro.
Viren fue más sobresaliente en Munich de lo que ha sido en Montreal porque no ha superado sus propias marcas.
Ha sido la reina Kornelia Ender porque nadie había sido capaz hasta ahora de conseguir cuatro medallas de oro en natación femenina. Entiendo que ha estado por encima de la dulce y encantadora Nadia Comaneci por dos razones. La primera, porque Nadia no es única, puesto que en Munich existió Olga Korbut, y la segunda porque los tres dieces obtenidos en la puntuación gimnástica no son comparables a los récords de Kornelia. La puntuación en gimnasia está basada en unos criterios subjetivos, mientras que en la natación es el reloj el que implacablemente determina la auténtica realidad.
Jhon Naber no puede estar por encima de Juantorena en el resumen masculino porque no ha alcanzado la explosión de Spitz. Es decir, lo realizado por Naber tiene precedentes superiores.
Irena Swinska es la atleta más destacada porque al cabo de cuatro Juegos ha sido capaz de establecer una nueva marca mundial. Irena ha hecho de la veteranía más que un grado y se retira con un historial incomparable.
De Montreal salen como siempre entre los tres primeros países la URSS y Estados Unidos. Pero el país triunfador, que ya se ha colocado entre ambos, es la República Democrática Alemana. Los germanos, con tan solo diecisiete millones de habitantes, están ya por encima de un país tan potente en todo como el norteamericano.
Europa ha aportado esta vez los nombres de la mayoría de los grandes mitos porque junto a Viren, Ender, Comaneci y Swinská, han estado otros de tan destacada actuación como el gimnasta soviético Andrianov, que ha sumado un total de siete medallas; Alexeev, el hombre más fuerte del mundo; Garderusd y el marathoniano Cierpinski.
España, como siempre, no ha contado. Los españoles, salvo excepciones, tampoco.
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