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Montreal 76

Mariano Haro, otra vez finalista

Mariano Haro tuvo que ganar su clasificación para Montreal en una prueba montada en Anoeta para que no dejara de ser olímpico. Sin apenas ayuda logró la marca que le daba derecho a estar aquí. Mariano Haro ha demostrado en el Estadio Olímpico que no ha venido de limosna y que todavía, pese a sus años, es un atleta de categoría internacional. Tercero en la serie eliminatoria más rápida, más vibrante y más dramática, ha conseguido de nuevo ser finalista. Por el momento ya está entre los quince mejores del mundo. Mariano, lógicamente, no podrá conquistar medalla, pero será en el momento decisivo un digno competidor de las restantes figuras mundiales que han alcanzado el honor de disputar una final olímpica.Haro corrió en la primera serie y en ella se encontraban nueve hombres que en la presente temporada han acreditado una marca superior a la suya. Pasaban a la final los cuatro primeros directamente, e indirectamente podían hacerlo los tres que obtuvieran los mejores tiempos entre los no clasificados. Haro tenía más que difícil la posibilidad de seguir adelante.

Mariano, una vez más, trató de buscar la carrera que le convenía. Un fuerte ritmo desde el principio para que los adversarios fueran quedándose descolgados y no verse superado en los metros finales, cosa que suele ocurrirle. Mariano se colocó entre los primeros y pasó por la meta dos veces el sexto, cuatro el quinto, cinco el cuarto, diez el tercero y una el segundo. En la vuelta definitiva resistió cuanto pudo para no perder la ventaja adquirida y sólo fue superado en la meta por el portugués Carlos Lopes y el francés oriundo Gómez.

Mariano se unió al ritmo de Hermens y Anicevic al principio y, cuando el yugoslavo cedió, se pegó a Hermens y Carlos Lopes. Mariano vigiló siempre las posibilidades de quienes podían escaparse para no perder contacto con ellos. En la octava vuelta ya no pudo resistir Mora y en la décima se retrasó el yugoslavo. En la decimocuarta hubo intento de escapada de Hermens, Lopes, Vainio y Fitzsimons; Mariano se unió a ellos y los cinco quedaron en cabeza. En la decimoctava se fueron Lopes y Hermens y Mariano, conocedor de sus problemas con el sprint final, apretó de firme y se distanció de los restantes corredores. Se quedó tercero y sostuvo la diferencia durante el resto de la carrera. Las vueltas finales, con Lopes despegado de Hermens y Mariano en tercera posición, acosado por Gómez y Fitzsimons, fueron emocionantísimas.

Hubo momentos en los que pareció que el palentino iba a ser cazado, con lo que perdería la clasificación. Sin embargo, se percató de que Hermens había perdido gas y se fue a por él. Le alcanzó y le pasó. Dejó espacio entre él y el holandés para asegurar su posición. En la ultima vuelta salieron desde atrás Gómez y el australiano Fitzsimons y pasaron a Hermens. Gómez mantuvo su sprint y pasó a Mariano junto a la meta. Fitzsimons, a diez metros de la meta, se cayó. Se levantó como pudo y a un metro de la cinta volvió a caer, con lo que finalmente Hermens estuvo por delante. El australiano, con las fuerzas agotadas, tuvo que ser atendido tras la meta y lo mismo hubo que hacer con Gómez, que quedó tendido en la pista a cinco metros de la llegada.

El esfuerzo realizado por los atletas en las últimas vueltas fue tremendo. El ritmo alcanzado superó las previsiones de una serie semifinal. Prueba de la diferencia existente entre las tres series está en el hecho de que los tres clasificados por tiempo corrieron junto a Mariano Haro. Fitzsimons, Ford y Lismont estarán junto a Lopes, Gómez, Haro, Hermens, Smet, Foster, Boro, Floroiu, Simmons, Bjorklund, Viren y Puttemans, que fueron, por orden correlativo, los cuatro primeros de cada ronda. El único que superó la marca realizada por Lopes fue el británico Simmons, que realizó una gran carrera en la que el doble campeón de Munich, Lasse Viren, no se mostró demasiado combativo. La gran sorpresa de la jornada estuvo en el norteamericano Bjorklund, que en las vueltas finales mostró una fortaleza envidiable. Su sprint causó tanta sensación como el del francés Gómez. El americano tuvo el mérito de rebasar a la hora de la verdacta atletas tan destacados como Viren y Puttemans.

Por las marcas realizadas en las tres series por delante de Mariano Haro, sólo hubo tres participantes. La final se presenta reñidísima, porque el portugués Lopes, ganador del cross de Lasarte y del de las Naciones, se encuentra en magnífica forma, y el inglés Simmons corre con una facilidad pasmosa. Viren tendrá que decir su última palabra al igual que hiciera en Munich, y del ritmo que tome la carrera dependerá la clasificación de Haro. De cualquier manera, el papel del palentino ya está cubierto.

Ruiz Bernal, que ha estado lesionado, no pudo sostenerse entre los mejores más de nueve vueltas. Su tiempo fue muy inferior al obtenido en Anoeta, cuando logró el pasaporte para Montreal. Su actuación fue un tanto penosa.

Andrés Ballbe corrió las series de 800 metros y quedó eliminado. No tuvo demasiada suerte porque la manga que le correspondió fue la mejor. Con el tiempo que señaló hubiera sido primer clasificado en la quinta serie y segundo en la tercera, y con ello habría obtenido su pase a las semifinales. Carmen Valero, en una distancia que le viene corta, fue sexta y tampoco sigue adelante. Su papel subirá en los 1.500 metros y su ideal estará en Moscú, donde por vez primera se correrán los 3.000 metros, que es la prueba que mejor se adapta a sus condiciones.

La primera medalla de oro del atletismo fue a manos de la saltadora de longitud de la República Democrática Alemana, Angle Voigt. La norteamericana Kathy Mac Millan, una negrita que se ganó las simpatías de todo el Estadio, obtuvo la segunda plaza, y una soviética fue la tercera en el podio. No hubo récord que registrar.

El mexicano Daniel Bautista ganó el oro de los 20 kilómetros marcha, tras fuerte lucha con tres atletas de la RDA, que fueron quienes le escoltaron durante la mayor parte del recorrido.

Donde hubo récord fue en las series de peso. El actual recordman del mundo, el soviético Barisnikov, mejoró el olímpico al enviar la bola a 21,32 metros. El anterior estaba en 21,18.

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