Un grupo ultraderechista convocó una contramanifestación anti-amnistía

Ayer tarde a las ocho había sido convocada una manifestación pro amnistía, a celebrar en la plaza de España de esta ciudad, con un acto previo en el que tenían que intervenir el abogado Félix Pons, de la Federación Socialista Balear, dependiente del Partido Socialista Obrero Español, y el escritor José María Llompart, de la peña del grupo Autonomista y Socialista de las Islas. Los dos oradores habían solicitado el correspondiente permiso gubernativo para la celebración del acto y la posterior manifestación callejera a través del Gobierno Civil de Baleares, permiso que les fue concedido el pasado miércoles día 14. Durante toda esta semana se habían adherido a la manifestación otros grupos políticos de las islas pertenecientes a la Asamblea Democrática de Mallorca, e incluso el Gobernador Civil, duque de Maura, sostuvo una entrevista con los dos promotores para ultimar detalles sobre la manifestación.Inesperadamente, el propio gobernador civil revocaba pocas horas antes de la celebración de la manifestación la autorización concedida para la misma, mediante una nota que se hizo pública en la mañana de ayer mismo. La nota dice lo siguiente: «Por apreciar este Gobierno Civil que existen fundados motivos para estimar que de celebrarse la manifestación pro amnistía convocada para hoy día 20, a las ocho de la tarde, podría dar lugar a la comisión de actos a los que se hace referencia en el apartado e) del número 1 del artículo 6º de la ley 17/1976 de 29 de mayo, reguladora del derecho de reunión; en uso de las facultades conferidas a la autoridad gubernativa para tales supuestos, ha sido revocada la autorización concedida para la manifestación del referéndum.

En consecuencia, se advierte a los organizadores y a cuantas personas tuviesen intención de acudir a la convocatoria de la obligación de acatar esta decisión adoptada en beneficio de la paz ciudadana y en evitación de mayores perjuicios».

En cuanto a la motivación de la suspensión de la manifestación, hay que buscarla en la presión de los grupos de ultraderecha, que mediante octavillas distribuidas por toda la ciudad, el pasado sábado y firmadas por el Grupo Patriótico Onderos, se hacía un llamamiento en los siguientes términos: «En vista de que el Gobierno español ha aceptado la amnistía, menos para los asesinos, debe quedar bien claro a los ojos de todos que la ¡legal manifestación preparada para el día 20 por el Partido Comunista tiene por objeto, exclusivamente, la liberación de los terroristas asesinos, por lo que todos los ciudadanos honrados nos veremos en la necesidad de pedir al Gobierno que, en caso de que los asesinos tengan que andar sueltos por las calles, nos internen a los españoles dignos en prisión, único modo de guardar seguras nuestras vidas.

Al mismo tiempo, pedimos la dimisión del gobernador civil, por haber autorizado dicha manifestación y por haber permitido un acto comunista en el teatro balear (se refiere a la reciente conferencia de Ramón Tamames), en el que, puño en alto, se cantó la Internacional y se pidió el regreso a España de la bruja llamada La Pasionaria y el asesino Carrillo, representantes del ilegal Partido Comunista.

¡Viva el rey Juan Carlos I! Francisco Franco, presente!»

También durante todo el día de anteayer, lunes, y ayer, Palma era sembrada con octavillas firmadas por el mismo grupo ultraderechista en la que se convocaba una contramanifestación masiva en el mismo lugar y hora de la autorizada para pedir la amnistía. En dichas octavillas se hacía alusión a los enemigos de España y de la civilización cristiana, que no regatean asesinatos por la espalda y toda clase de delitos para conseguir sus fines, tal y como se ha demostrado en varias ciudades españolas el pasado domingo.

Se da el curioso caso de que la mecanografía de las octavillas repartidas ayer martes y el lunes coincide con las escritas en sábado, cuando aún no se conocían las explosiones del domingo 18 de julio.

La Asamblea Democrática de Mallorca, reunida al mediodía de ayer, acordó acatar unánimemente la voluntad del Gobierno Civil de Baleares, y para evitar incidentes un portavoz dijo que no se acudiría a la manifestación de por la tarde.