Los empresarios, a favor de organizaciones libres, autónomas, voluntarias y representativas

La representatividad en las futuras organizaciones empresariales, la libertad y voluntariedad para su constitución, la participación en instituciones políticas, su financiación y el futuro de la cuota sindical y la reclamación de una parte del patrimonio sindical, constituyen los temas básicos de debate que centraron a lo largo de toda la sesión de ayer la atención de los participantes en las jornadas sobre el futuro de la empresa y las organizaciones patronales.

Después de casi veinte horas de debates, en dos días, se aprobaron unas conclusiones, que fueron leídas a los ministros que asistieron a la clausura. Los titulares de Relaciones Sindicales, Industria, Hacienda y Trabajo, presidieron el acto final. El señor De la Mata (Relaciones Sindicales) cerró la sesión con unas palabras en las que enumeró un decálogo de sus creencias personales sobre la empresa. Fe en la iniciativa privada, en la necesidad de empresas que creen riqueza y trabajo, realidad de las tensiones laborales, importancia de los órganos de encuentro trabajo-empresarios-Gobierno son algunos de los puntos más interesantes de su planteamiento. En un determinado momento de su exposición señaló: «Entiéndanse ya, no pierdan fuerzas y energía para saber cómo, pero entiéndanse». Al finalizar, algunos de los asistentes comentaban que en este primer encuentro del ministro sorprendía que no hubiese planteado su criterio acerca del proyecto de reforma sindical, y el futuro del patrimonio sindical. Manuel Conde Bandrés, presidente del Consejo Nacional de Empresarios, organizador del acto, antes de la intervención del ministro insistió en el rechazo de cualquier nacionalización que coarte la libre empresa, en la oportunidad de mo0ificar la Ley de Relaciones Laborales (auténtico revulsivo para todos los asistentes que la criticaron en cualquier oportunidad u ocasión) en la inconveniencia del proyecto de ley sobre reforma de la empresa que tendría que prepararse para fin de año. El punto más importante de su discurso quizá sea el dirigido contra los intentos de una organización patronal al margen de la existente actualmente. Dijo: «El mundo no empieza hoy ni partimos de la nada. Tenemos una organización profesional integrada que conserva su capacidad de acción y decisión en el mejor servicio del empresario y que conviene aprovechar, sin los trasnochados afanes iconoclastas de algunos». En la sala estaban presentes José María López de Letona, Estanislao Chaves y algunos otros empresarios que han venido trabajando recientemente en torno a una alternativa empresarial.Unidad en la libertad

En el transcurso de toda la sesión se debatió un proyecto de conclusiones sobre la «organización empresarial». El tema de la libertad para constituir asociaciones se aprobó con una consideración sobre la necesidad de la unidad. Estas organizaciones deben ser autónomas, libres, independientes y sin vinculaciones con Gobierno o trabajadores, señalan las conclusiones. La máxima representatividad y libertad en la elección de los representantes de estas futuras organizaciones, fue otra de las conclusiones más debatidas y más unánimemente aprobadas.

Politización no, política sí

La participación de los empresarios en las instituciones políticas, fue otro de los temas más debatidos. La ponencia había planteado una representación paritaria en los trabajadores a todos los niveIes. En numerosas intervenciones se pidió la anulación de este punto y la despolitización de las futuras organizaciones. Después de que la ponencia razonara la oportunidad de la participación política en defensa de sus intereses, y la inoportunidad de rechazarla si se les ofreciere en los próximos proyectos constitucionales se votó a favor de aceptar esta representación. El último punto de las conclusiones aprobadas hace referencia a los locales para estas organizaciones patronales e insiste en la necesidad de localizaciones físicas independientes, suficientes y dignas, a las que se deben proveer de recursos humanos para el cumplimiento de sus objetivos. Al tocar este tema se hicieron numerosas referencias a la cuota sindical que ahora pagan las empresas, así como a la necesidad de que se anule. No se articuló el sistema que pueda ser oportuno para financiar las futuras organizaciones libres y voluntarias que se creen. Las referencias al patrimonio sindical en este punto fueron insistentes y a lo largo de *las intervenciones se planteó la oportunidad de reclamar de este patrimonio la parte correspondiente a los empresarios según las cuotas que han venido pagando. La posibilidad de que ese patrimonio pase al Estado o al Consejo Económico Social previsto en el proyecto de reforma fue ampliamente rechazado por la asamblea.