Los extremismos entorpecen el diálogo entre las facciones religiosas moderadas del Ulster

Ayer celebraron su día los Unionistas protestantes del Ulster. La conmemoración del 286 aniversario de la batalla del Boyne, llegó después de un fin de semana de violencia sectaria, cuyo balance fue más leve que en otras ocasiones, pero acaso más dramático.En la madrugada del viernes, un matrimonio católico fue asesinado en Belfast en presencia de sus dos hijos. En otros lugares del país se multiplicaron los atentados y las amenazas de unos grupos contra otros, confirman las declaraciones que hizo sobre Irlanda del Norte el primer ministro Callaghan hace unos días: «El pueblo del Ulster siempre se muestra amistoso con los forasteros como yo. Lo que espero es que se muestren igualmente amables unos con otros.»

Las manifestaciones de los Unionistas protestantes -miles de ellos ocuparon ayer las calles del territorio-, cumplen una doble función: por una parte celebran un hecho histórico, y por otra, convencen a los católicos republicanos de la minoría en que éstos se se hallan en el Ulster.

Las especiales circunstancias políticas en que vive Irlanda del Norte se han reflejado en las conmemoraciones del 286 aniversario de la batalla del Boyne. Los Unionistas moderados están tratando de conseguir acuerdos con los republicanos para tratar de llenar el vacío de poder que hay en el territorio y que actualmente llena el Gobierno de Londres, que controla directamente la provincia.

Mientras los partidarios de estas conversaciones defendían su tesis en un lado del Ulster, los protestantes que opinan que ni en el territorio ni fuera de él debe hablarse con quienes están asociados con el IRA, se manifestaron en contra de tales negociaciones. En Londres se ha pensado que los protestantes que adoptan esta postura forman una minoría sin importancia, pero la conmemoración de ayer confirmó que va a ser muy dificil para los moderados de ambas facciones religiosas llegar a un acuerdo aceptable para todos los sectores en conflicto.

Las diferencias que existen entre los partidos de orientación unionista contrastan con la aparente conjunción de los católicos, de los que desentona el IRA, su rama militar. Los católicos del Partido Socialdemócrata Laborista, que es el que está llevando a cabo negociaciones con los protestantes, no tiene nada que ver con el Ejército Republicano, que, según todas las estimaciones, cada día se encuentra más aislado, frente a su oponente unionista, el UDA (Ejército de Defensa del Ulster). El UDA ha publicado una lista de miembros o de simpatizantes del IRA, «para advertir a los habitantes del Ulster acerca de la peligrosidad de sus vecinos».

Puede suponerse que a la publicación de la lista seguirán acciones que harán que la cuenta de víctimas de la violencia aumente indefinidamente.