Escozores de la crisis de Gobierno en la derecha y el centro

Una cierta sensación de crisis -con todo lo que de positivo y negativo tiene este concepto- se advierte en varios colectivos políticos de la derecha y el centro, tras el desarrollo y resultados de la crisis gubernamental. Algunos problemas venían ya de lejos, y simplemente han salido un poco más a la superficie; otros, por el contrario, se han planteado ahora por primera vez.Unión del Pueblo Español, por ejemplo, no está muy feliz con la escasa participación lograda en el Gobierno (sólo una cartera, además de la vinculación del presidente, como ya adelantó ayer EL PAÍS). Los hombres de Fraga Iribarne tienen todavía menos motivos de alegría; nada sabían de la crisis hasta el día que se planteó, ni supieron quién era el nuevo presidente hasta la comunicación oficial del nombre. La protesta por estos hechos se observa en su completa salida del Gobierno, junto a un probable deseo de recomponer la situación.

Otra enorme decepción afecta a José María de Areilza, quien todavía no sabe con exactitud cómo orientar sus próximos pasos, aunque una parte del Partido Popular estaría muy satisfecha si el conde de Motrico aceptara integrarse en el mismo. Este partido es otro de los que han sufrido su correspondiente crisis: apenas constituido, dos de sus hombres pasan a formar parte del Gobierno, contraviniendo el deseo del resto de los promotores de no comprometerse ahora en una gestión gubernamental sin haber negociado las condiciones ya conocidas por los lectores de EL PAÍS.

Aunque la relación con la crisis de Gobierno es menor en este caso, no cabe olvidar los planteamientos divergentes que pueden producirse en la próxima asamblea general de ANEPA, donde tendencias conservadoras y centristas pueden encontrarse. Además, el presidente nacional de ANEPA, señor Thomas de Carranza, se encuentra contrariado por el hecho de que no hayan sido consultadas las fuerzas políticas para formar Gobierno.

Por último, la asamblea de Unión Nacional Española (UNE), a celebrar mañana, dará ocasión a ciertos cambios internos; algunos de los promotores de la primera hora se desvincularán de sus responsabilidades y probablemente quede como cabeza única de la asociación el señor Fernández de la Mora.

En definitiva, lo más importante ahora para todas las fuerzas políticas son las elecciones. Una vez aceptado el sistema de los partidos, y suponiendo que se salven los escollos respecto a las exclusiones y otros problemas, las fuerzas del centro y la derecha se creen menos preparadas que la izquierda para afrontar la situación. De ahí sus preocupaciones y el hecho de que los escozores de la crisis de Gobierno sea un motivo más de concienciación para ellos.