_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Sobre la ley de reunión

¿HABRA NOTADO alguien la vigencia de la nueva y flamante ley reguladora del Derecho de Reunión? Porque ocurre que, desde el advenimiento de la Monarquía y antes de que tal ley existiera, se celebraban en un régimen de tolerancia algunas reuniones, congresos de partidos y de fuerzas sindicales... y, naturalmente, se prohibían otras muchas. Y ahora, después de su entrada en vigor, sigue ocurriendo exactamente lo mismo. Es decir, que aquí sólo se reúnen -y los hechos de las últimas semanas hablan por sí solos- quienes los gobernadores civiles estiman que pueden reunirse. De ese modo no se ejerce un derecho -el que la ley teóricamente proclama y regula-, sino que se obtiene una autorización administrativa. Los españoles, para reunirse libremente, siguen dependiendo del humor, de las simpatías o de los intereses políticos de las autoridades públicas. Para ese viaje no se necesitaban tan voluminosas alforjas.Las libertades públicas están precisamente para ejercerlas contra o a pesar del poder y aun cuando al poder le disguste. O son libertades para limitar las atribuciones del poder o no podrán calificarse de derechos. Tal es lo que acontece con la nueva ley:

No ha regulado el derecho a reunirse libremente, sino que ha reglamentado las competencias de la Administración Pública para autorizar o prohibir discrecionalmente la inmensa mayoría de las reuniones de dimensión política, aunque -como ayer en Bilbao- haya gobernadores civiles que sepan aplicar inteligentemente este instrumento legal.

Esta técnica legislativa, incompatible con la democracia y con el Estado de derecho, debe desaparecer, porque es inadmisible que se presente como un cambio lo que, en verdad y a efectos prácticos, ha supuesto únicamente dar forma y rango de ley a lo que antes era una circular de la extinguida Subsecretaría del Interior.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_