Manifestación legal de empleadas de hogar
«Ya estamos hartas de ser esclavas». Esta pancarta encabezaba la manifestación que protagonizaron ayer tarde, en Bilbao, más de un centenar de empleadas de hogar, que querían protestar así contra su exclusión de la Ley de Contrato de Trabajo.
Precedidas de dos motoristas municipales y custodiadas por un jeep de la Policía Armada, las manifestantes recorrieron en perfecto orden entre siete y ocho de la tarde los casi 2 kilómetros que separan la plaza del Sagrado Corazón, del centro comercial Zabálburu.
«Exigimos contratos de trabajo y jornada laboral de cuarenta y dos horas semanales». A estas dos reivindicaciones, señaladas en otra de las pancartas, se une también la petición de un salario mínimo de 15.000 pesetas y la afiliación a la Seguridad Social, en el mismo régimen que los demás trabajadores. Las propias empleadas del hogar han resumido así sus actuales circunstancias laborales:
-Jornada ilimitada, sobrepasando en muchos casos las setenta y dos horas semanales.
-Ausencia de un sueldo base regulado legalmente. Las cantidades que perciben rondan las 8.000 pesetas mensuales, constituyendo una excepción las que llegan a las 12.000.
-Despido libre, inexistencia de vacaciones ni pagas extraordinarias.
-Régimen especial de la Seguridad Social, que en caso de enfermedad significa que sólo se comienza a cobrar a partir de los veintinueve días de baja, sin que tengan derecho a baja por accidente. En todo caso, una enfermedad puede ser causa de despido.
«¿Hasta cuándo tendremos que esperar para que se nos considere personas y trabajadoras?». Esto se preguntan las empleadas de hogar, que protagonizaron ayer la primera manifestación de acuerdo con la nueva normativa legal. Aunque el número de manifestantes fue reducido, eso era algo con lo que ya contaban, «porque todavía a muchas les molesta aparecer en público como empleadas de hogar».
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.