La patronal debe ser un factor progresista y democrático
«El punto de partida para organizar una patronal no debe ser una actitud defensiva, sino una convicción de que el sector empresarial puede y debe ser un factor progresista y democrático en la configuración del futuro del país». Este ha sido uno de los puntos aceptados por la mayoría de los empresarios y altos ejecutivos asistentes al debate final del encuentro de Eutoforum sobre las «organizaciones patronales».En el resumen de las ponencias se hizo hincapié en la necesidad de continuar estos contactos para establecer unas bases que hagan posible una patronal nacional. «Mientras tanto -se dijo- se deben ir resolviendo a nivel de empresa los problemas que se planteen con los medios a nuestro alcance» de información entre empresa y trabajadores se insitió en la necesidad de una claridad fiscal absoltita. «No concibo -dijo el moderador del coloquio, Martín González del Valle- la discusión de un convenio colectivo sin haber entregado antes a los representantes de los trabajadores la información suficiente acerca de la situación financiera real de la empresa. La ocultación fiscal en España es una costumbre y, en cierto modo, está justificada pero creo que ya ha llegado la hora de terminar con la doble contabilidad».
Más adelante insistió en que la patronal debe tener como primer objetivo devolver la seguridad a la inversión, que en la actualidad es prácticamente inexistente. «Esa seguridad que necesita el capital sólo puede alcanzarse tras un pacto con el sector laboral»
Como ya ocurrió en los primeros encuentros patrocinados por Euroforum, las sesiones se celebraron a puerta cerrada. Según la nota facilitada por los organizadores, el profesor Berry, en la primera jornada dijo, que los problemas de los empresarios a corto plazo son básicamente de carácter social y local, por lo que se hace necesaria una descentralización para hacerles frente, por cuanto una burocracia centralizada en el Gobierno no es capaz de resolverlos. En este sentido resaltó que los partidos políticos tradicionales y los grupos de presión no funcionan ya como instrumentos para canalizar y disciplinar la conducta de masas.
Para Dean Berry, el empresario europeo no está preparado para resolver los problemas que se le avecinan en los próximos diez años por diferentes razones, que van desde la excesiva lentitud con que las empresas están enfrentándose a la inexistencia de cuadros medios, hasta la falta de comunicación, entre las empresas y la sociedad. H.M.L. Morton se enfrentó con la realidad del pacto social poniendo de manifiesto que aunque todos estamos de acuerdo con una democracia industrial -cogestión, participación y mayor información a los trabajadores- no hay que olvidar que la empresa privada tiene que ser eficiente, productiva, competitiva y rentable. Bajo esta premisa, el conferenciante dijo que la empresa privada se mueve por unos posibles beneficios, y que por ella, cuando una empresa no gana dinero, termina por desaparecer, causando así un daño real o potencial a la comunidad. La Confederación de Industrias Británicas nació en 1965, cuenta con 10.000 miembros y su presupuesto anual rebasa los 340 millones de pesetas. Además está en permanente contacto, con el Gobierno sobre la situación económica del país, legislación laboral y problemas de polución, motivado porque «en la actualidad no puede entenderse la vida empresarial como algo aislado de su entorno social». Terminó apuntando que, a pesar de las, dificultades, «en Gran Bretaña se está llegando. a un pacto social entre organizaciones patronales y sindicatos obreros, en el que como contrapartida a una legislación laboral de izquierdas existe una contención en las reivindicaciones salariales».
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