Jimmy for President
Don Jaime de Mora y Aragón, último caballero español y de las JONS, Miguel de Mañara vestido de pianista, Tenorio que nunca ha roto un plato ni emprenado una monja, anuncia, desde su retiro azul de Marbella, que va a meterse en política. Quiere, primero, ser concejal y alcalde de su pueblo. ¿Y por qué no? Tiene el mismo derecho que el marqués de Villaverde, un suponer, que también lo intentó hace poco, más frustrado por la ingratitud de un Consejo que por falta de imagen, pues imagen le sobra, y prensa del corazón también, para difundirla.Ya que no al yerno elegante de un Caudillo, digamos sí al hermano'melómano de una reina, que lo que la política española está necesitando js un poco de play-boy y cacho, deo, y el piano marítimo y Sentimental de don Jaime (que tanto ha balanceado mis lujurias en la noche marbellí), puede convertir en un Vals de las Olas o de las Velas, en un Danubio Azul de, plata y zafir, chinchín, toda esa zárabanda del reformismo y el continuísmo. Fracasados los tecnócratas, artrósicos los del carrasclás y aburridos los centristas, éste puede ser el momento de los play-boys heráldicos y los marqueses bronceados por el sol de Incosol.
Don Jaime de Mora y Aragón, don Cristóbal Martínez-Bordíu, don, César Pérez de Tudela, que también habló de hacerse procurador. Estos son los hombres que está necesitando la nueva política española. Porque a Carrillo no le dejan volver, a Tierno no acaba de curársele lo de la retina, a Tamames le han quemado el coche y Camacho, la última vez que le vi, venía de la farmacia con el paquete de antibióticos para una muela picada. O sea, que ha llegado la hora de los hermosos segundones, los Cara de Plata y los dandies de la política. El país y el Consejo cometieron un error no votando o votando desganadamente- al marqués de Villaverde y duque consorte de Franco, no sólo por eso, por ser duque y yerno de Franco, sino porque traía un estilo -nuevo, entre el balaridro y la finanza, a la política española.
No tropecemos dos veces en la misma piedra lírica y joseantoniana, no cometamos el mismo error con don Jaime de Mora, que es hombre de mundo y el único español que se barbillea con la jet-society internaciona.l, aparte del bailarín Antonio, Salvador Dalí y, el de Vilalionga, que sostiene Miguel Utrillo, (lo sostenía la otra noche en una cena, mientras se fumaba un puro de los que ahora no hay en Madrid), que no es tan noble como dice y parece.
Y don César Pérez de Tudela, lo mismo. A mí se me ha enfadado en una carta abierta a una revista porque empecé a hacerle camparra electoral por mi,cuenta, y tímidaniente, dentro de mi modesto circuito periodístico para procurador por el tercio montañero. Pero creo de verdad que todos estos caballerazos españoles, soberanos en su casa a la hora del coñac, a quienes les están dando, todo el rato, premios a la virilidad, a la personalidad, a la popularidad, copas de oro y de plata, cociditos, garbancitos, fanfarrias y cosas, son los que pueden dar una nueva imagen de España en el mundo (agotada la credibilidad de Areílza) y llevarnos,si no al Mercado Común, sí por lo menos al Lido de París, que también mola.
Como digo los que he dicho, puedo decir Rodríguez de la Fuente o De la Quadra Salcedo, lanceros bengalíes de un nuevo aventurismo. español que enlaza con Orellana y Cortés. Porque no nos engañemos: la derecha tradicional está quemada y más vista que una de Tarzán en sesión continua. Y Ia izquierda puede llevarnos al archi-piélago Gulag. ¿Por qué no probar con una derecha mundana y fru-frú? Jimmy for President.
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