Merckx no se retira... por ahora

Eddy Merckx, que aparece aquí en compañía de su primer e inseparable gregario Bruyere, ha desmentido los rumores existentes sobre su retirada del Giro. Incluso ayer, en la jornada de descanso, realizó 80 kilómetros de entrenamiento. Merckx tiene dos forúnculos típicos de los ciclistas, producidos por el roce del sillín, y ya se ha agenciado unos pantalones enguatados para que le amortigüen el dolor. En la etapa de Il Ciocco se le reventó uno de ellos y bastante hizo con llegar a la meta. De cualquier forma, si no se agrava en los próximos días, piensa terminar el Giro y, si es posible, ganarlo. De ser así batiría el récord de Binda, que igualó hace dos años al vencer por quinta vez. Lo ha hecho en 1968, 1970, 1972, 1973 y 1974. El año pasado no participó por encontrarse enfermo días antes. En 1969 fue descalificado por un tormentoso asunto de doping, que después se confirmó, como una encerrona italiana para impedir su más que posible triunfo. Quizá escaldado tras ello, no toma ahora ningún antibiótico o medicamento que pudiera dar positivo en el control y de ahí la mayor dificultad -como siempre en los sufridos ciclistas- para su curación. Los antibióticos, además, le debilitarían. Aunque Merckx no es el que era, aún se recuerda que en 1974, temporada en la que ganó Giro y Tour, sufrió una cistitis que superó sobre la marcha. No hay enfermedades que puedan con él, como también hay esta vez menos enemigos, en su opinión, que años anteriores. Ha declarado -y de algo tiene que servirle su experiencia- que Gimondi y Moser no están en condiciones de ganar el Giro y que únicamente tienen posibilidades Bertoglio, Baronchelli y De Muynck.