De Martin defiende la entrada comunista en el gobierno italiano
«El centro- izquierda está muerto, y sepultado y es inútil insistir», dijo ayer el secretario del Partido Socialista Italiano, Francesco dé Martino, en una conferencia de prensa en el club de prensa extranjera. «El eje preferencial Democracia Cristiana- Partido Sucialista-no tiene posibilidad alguna concreta si tuviera que perm . anecer excluida, la aportación del Partido Comunista Italiano. Existe para el Partido Socialista -afirmó De Martino- la necesidad de un Gobierno de amplia coalición de todas las fuerzas democráticas, dada la emergencia en que se encuentra el país.»
Para De Martino, la realización del Gobierno de coalición, inmediatamente después de las elecciones, no depende sólo de los socialistas, sino también de la Dernocracia Cristiana. «Si la respuesta de la bernocracia Cristiana es negativa, como lo es en la actualidad -ha proseguido- De, Martino-, entonces se tendrá que pensar en otra hipótesis. El Partido Socialista no se negaría a otras soluciones siempre que tengan como base la superación del prejuicio sobre el Partido Comunista.»De Martino insistió en que el verdadero tema de la próxima campaña electoral es la «cuestión Isocialista». La ausencia de un fuerte Partido Socialista ha favorecido la hegemonía democristiana. Refiriéndose al programa socialista, De Martino pidió una ampliación del sistema, productivo y mayor rigor en la política fiscal que no descargue, los sacrificios en la clase obrera y en la media.
A una pregunta sobre las consecuencias internacionales que tendría una posible participación de los comunistas en el Gobierno, De Martino respondió: «Ciertamente algunos problemas se abrirán, pero hay que recordar la posición distinta adoptada por los comunistas respecto a la CEE (candidatura Spinelli) y a la OTAN y las diferentes posturas de estos últimos tiempos de algunos estadistas norteamericanos sobre este problema. Además, el Gobierno sería sie mpre un Gobierno de coalición, y el Partido Socialista seri a siempre garante del respeto a los acuerdos, internacionales. Las preocupaciones de hoy son fundamentalmente de caracter estratégico-militar y, por tanto, al margen de las necesidades y urgencias. de nuestra política interior.»
En cuanto a la subvención extranjera de la campaña electoral, De Martino replicó: «Según noticias oficiales, la CIA actualmente no habría tomado compromiso alguno para apoyar a un partido más que a otro, como hizo en 1948.» En la presente situación de la política italiana, los socialistas desempeñan un papel determinante. Si el 20 de junio las izquierdas conquistaran el 51 por 100 de los votos, el papel de los socialistas sería condicionante. Si no fuera así, de todos modos la Democracia Italiana no podría formar gobiernos sin la participación o el voto favorable socialista. Los socialistas, conscientes de ello -y así lo ha de mostrado la conferencia de De Martino-, no se- resignan a una posición cojín entre comunistas y democristianos, ni a una función de «tercera fuerza». Si en vez del 12 por 100 del cuerpo electoral, como tienen ahora, los socialistas conquistaran un 20, el sistema político italiano cambiaría sustancialmente.
A las puertas de las elecciones cobra particular significación la oleada de huelgas por razones de reivindicación salarial en el sector de servicios públicos: escuelas, transporte aéreo, tranviario,. ferroviario, bancos, energía... Tanto los sindicatos autónomos como los confederados hacen por ahora huelgas de pocas horas, pero es de prever una mayor rigidez en los próximos días si no se llega a una solución y los directivos sindicales no logran mantener a la base unida.
Ayer en Milán, los obreros del ramo textil comenzaron a negociar la reunificación del contrato de los fabricantes de medias, amenazando con huelgas articuladas de cuatro horas hasta el 5 de junio.
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