Caszely, otra vez problema
Cuando el presidente Allende tuvo conocimiento de que Carlitos Caszely era jugador cotizado en España, hizo lo posible para que le mejoraran su status y no tuviera necesidad de salir de Chile. Derrocado el presidente Allende, cuentan que Caszely no estuvo en Santiago en el viaje que hizo para formar parte de la selección nacional -muy cortés con Pinochet-. Carlos Caszely tuvo problemas en el Levante porque no se resignó a ser jugador de tercera. Una vez amenazó con regresar a su país. Salvado el problema de lo que se denominó su aclimatación, largó una seria y ofensiva andanada contra los compañeros de su equipo a los que, más o menos, descalificó como jugadores.Salió el genial y rebelde Caszely del Levante para actuar en el Español. Tuvo problemas, más que ningún otro jugador, para adquirir la doble nacionalidad y tardó en actuar en competición oficial. Cuando debutó se enrachó de tal modo que llegó a marcar 11 goles en 11 partidos. Un día dijo que Cruyff estaba en decadencia y que él sólo tenía que envidiarle las buenas campañas publicitarias que le organiza su suegro.
Caszely ha proclamado que es capaz de hacer el amor por la mañana y marcar un gol por la tarde. Caszely ha dicho que en el fútbol hay muchos obreros y él es un gerente. Caszely, cada vez que abre la boca, causa sensación. El chileno es capaz de adoptar las actitudes más sorprendentes. La última ha sido presentarse en el club españolista para solicitar la baja. El motivo, según ha afirmado, radica en la falta de entendimiento que encuentra en sus comopañeros. A Solsona ha venido a llamarle algo así como insolidario.
El pleito tiene difícil solución porque su contrato finalizará dentro de un año. Caszely, aveces, se pasa.
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