La homologación con la Banca europea no será un obstáculo para la integración en la CEE

El discurso del presidente Alfonso Escámez, las intervenciones frustradas de empleados-accionistas, y la protesta que contra éstas, protagonizaron enérgica e indiscriminadamente un buen número de éstos constituyeron los datos más interesantes de la junta general del Banco Central, celebrada ayer en el Palacio de los Deportes de Madrid, con asistencia de unas 6.000 personas.El presidente señaló en su informe los resultados del ejercicio, cerrado, con unos beneficios de 6.694 millones de pesetas y comentó la situación económica del país. «El pasado año, dijo, presentó mayores dificultades que el anterior porque a los problemas de una crisis mundial se han unido acontecimientos políticos de singular trascendencia que van a configurar una etapa histórica... Estos hechos pollíticos han tenido una gran influencia en el aspecto económico y por, tanto empresarial. Factores reales o psicológicos provocaron una mayor tendencia al gasto y al consumo. En la junta no se pidió autorización para aumentar el capital social, ya que queda al consejo capacidad dispopible desde la última autorización. En cualquier caso es prácticamente seguro que en el cuarto trimestre se amplía en la cuantía de 1 por 4 ó 5 según la situación del mercado.

De las intervenciones, al final del discurso del presidente, resumimos las más interesantes:

Primero planteó el presidente-el hecho de que los cientos de miles de accionistas, comentario ya habitual en las juntas bancarias, invalidan medidas nacionalizadoras. Señaló el accionista que «debe protestarse enérgicamente contra declaraciones demagógicas que atentan contra el legítimo derecho de propiedad. Calificó tales declaraciones de inoportunas y ligeras, y pidió unidad del consejo y los accionístas para hacerlas frente.

Inmediatamente tomó la palabra un, empleado del banco desde hace 24 años, que pretendió hablar de las. relaciones laborales en el seno de la empresa. Como ese tema se apartara del orden del día la presidencia le conminó a hablar de los aspectos incluidos en él. Entre abucheos de una parte de los, asistentes, presentó la petición avalada por 9.000 firmas de empleados, de que se sometiera á votación, una ampliación de capital para los 14.000 trabajadores del banco que en este momento disponen cuotas en total únicamente del 0,44 por 100 de la propiedad de la entidad.

A continuación intervino otro accionista empleado también, que al plantear las relaciones capital trabajo en el seno de la empresa fue abroncado por una parte de los asistentes. El presidente, después de tres avisos, le retiró la palabra señalando que una junta general de una sociedad mercantil, no es un foro político.