Alcaraz, un rival de 18 años y el reto ante lo desconocido

Después de batir a Lorenzo Sonego por 6-4, 6-7(3), 6-3 y 7-6(3), se le plantea a Carlos Alcaraz si conoce el dato: Shang Juncheng, el rival que le espera este sábado (hacia las 4.00, Movistar+) en la tercera ronda del Open de Australia, es el primero que es más joven que él desde que dejara atrás su etapa como júnior. En sus 293 partidos como profesional, nunca antes se había topado con alguien menor, 18 años el joven chino (140º del mundo) y 20 el de El Palmar, que lleva tres en el circuito y ya se considera un jugador experimentado pese a la juventud. Dice Carlitos que va ganando horas de vuelo y que eso ayuda a ver las cosas con mejor perspectiva. Eso sí, le queda mucho por aprender.

“Creo que he vivido ya situaciones en las que he madurado mucho. Sé cómo lidiar con ciertos momentos de máxima tensión, finales de Grand Slam, lidiar con el número uno bastantes semanas… No me considero superexperimentado, pero más o menos tengo mi experiencia”, contesta a la pregunta formulada por este periódico; “vamos a intentar no prestarle mucha atención a eso. Simplemente significa que cada vez van saliendo jugadores más jóvenes, como Prizmic [el croata de 18 años que le arañó un set a Novak Djokovic el primer día]; son muy jóvenes y tienen el nivel para dar el primer paso, como lo hice yo. Creo que eso es muy bueno para el tenis y para la afición”.

Alcaraz, cuenta a los reporteros, tratará de omitir mentalmente el pensamiento sobre la edad y se centrará exclusivamente en una cosa: “Vamos a intentar comérnoslo”. De momento, el asiático ha tumbado a Mackenzie McDonald y al indio Sumit Nagal, y se presenta en forma de interrogante, nuevo en esto de una tercera ronda de un grande. A priori, parece otra buena oportunidad para que él español siga engrasando su tenis y puliendo diferentes aspectos. Sonego le ha buscado las cosquillas y el día no era demasiado propicio para brillos por el viento y el ir y venir del sol, pero más allá de ceder un parcial, se marcha satisfecho al hotel porque ha cumplido.

Es la primera vez que aterriza en la tercera ronda del grande australiano y suma ya 200 partidos en la élite: 157 victorias y 43 derrotas. Va haciéndose Carlitos y progresa estos días en Melbourne, mientras el tenis español lamenta un dato: con las eliminaciones de Alejandro Davidovich —superado por el portugués Nuno Borges (7-6 (7), 6-3 y 6-3, tras 2h18)– y Paula Badosa –7-5 y 6-4, en 1h 28m ante Amanda Anisimova—, ya solo queda él como único representante. Dura es la realidad, porque la historia subraya el registro más pobre de España en 25 años; para dar con el precedente hay que retroceder hasta 1999, cuando solo sortearon el corte de las dos primeras estaciones Conchita Martínez y María Sánchez Lorenzo.

Entretanto, el tenis chino celebra el avance de Shang, de perfil zurdo y eléctrico, aunque en el territorio masculino su presente no es demasiado esperanzador: cuenta solo entre los 100 primeros con Zhizhen Zhang (49º). En cambio, en el femenino goza de mejor salud, con seis representantes en dicha franja: Qinwen Zheng (14ª), Xinyu Wang (37ª), Xiyu Wang (62ª), Yue Yuan (63ª), Yafan Wang (77ª) y Zhuoxuan Bai (89ª).

Ahora, Alcaraz se enfrenta a lo desconocido, un adversario menor que él y del que no tiene excesivas pistas sobre sus virtudes. “No, no sé su nombre, la verdad. Como siempre pone el apellido, yo le conozco como Shang...”, bromea. “Pero obviamente voy a voy partidos suyos en vídeo para ver cómo juega. Al final he seguido sus resultados, eso sí; en Hong Kong, por ejemplo, le hizo ir al tercer set a Rublev en las semifinales. Llevo siguiéndole desde hace un tiempo y sé que poco a poco ha ido mejorando, y que tiene el nivel para estar en la situación en la que está. Así que tendremos que estar centrados”, advierte.

Hasta ahora, Alcaraz ha resuelto a su favor 24 de los 30 enfrentamientos contra zurdos y el último que le venció fue el británico Cameron Norrie, el curso pasado en la final de Río de Janeiro. el danés También hasta ahora, Holger Rune había sido el rival más joven al que había encarado en su breve trazado en el circuito de la ATP. El nórdico nació seis días antes que él, cosecha de 2003 también, pero en Melbourne ya ha enfilado la puerta de salida; cedió ante el francés Arthur Cazaux, invitado por la organización. Prohibido, pues, bajar lo más mínimo la guardia.

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