Marruecos se interpone en el camino de España: “Es la mejor generación de su historia”
Los que mejor conocen al equipo alauita advierten de su seriedad defensiva y su rapidez al contragolpe
Solo 14 kilómetros de agua separan España de Marruecos, pero la cercanía geográfica con el vecino del sur no se traduce en un conocimiento profundo de su fútbol, ansioso por rebasar en el Mundial de Qatar la frontera de los octavos de final de México 86, su mejor resultado hasta ahora. Las dos selecciones llegan en momentos anímicos distintos: Marruecos acabó líder de un grupo en el que Bélgica y Croacia partían como favoritas. Y España rozó la eliminación al perder con Japón, defraudando las expectativas desatadas por su fulgurante inicio frente a Costa Rica.
¿Convierte eso a la selección norteafricana en favorita? “Sigue siéndolo España, aunque viendo lo sucedido en la última jornada, ¡uf!”, resopla dudoso al teléfono el cartagenero Juan Pedro Benali, uno de los españoles que mejor conoce el fútbol marroquí. Ha entrenado a cinco equipos en la máxima categoría, con los que ha sido semifinalista de la Copa del Trono, finalista de la Copa Árabe y tercero de la liga. “Fui allí por primera vez en 1999, y el fútbol ha cambiado muchísimo desde entonces. La gente lo vive más, es un poco más profesional, con equipos más organizados y la federación ha invertido muchísimo”, explica.
El santanderino Ángel Viadero, otro técnico español que se lanzó a la aventura marroquí, tiene la misma percepción. “Su fútbol está cambiando a pasos agigantados, como lo hace el país, pero es muy virgen aún. Son jugadores de calle. Recuerdo pasar por pueblos y ciudades viajando y ver a niños jugando en las carreteras de día y de noche. Ese juego de calle que quizá hemos perdido en España”.
Los datos hablan de un combinado marroquí abierto al mundo. La gran mayoría se ha formado en Europa. Y 14 de ellos incluso han nacido fuera de su país, sobre todo en Países Bajos y Bélgica, aunque también en España, como en los casos de Achraf Hakimi (Madrid) y Munir Mohamedi (Melilla). Es la consecuencia de ser un país de emigrantes que lleva décadas exportando mano de obra, como también se ha sentido en los estadios de Qatar debido a que allí vive una amplia comunidad marroquí.
El rendimiento de los Leones del Atlas no ha sorprendido a Benali, que vio en directo sus dos últimos amistosos antes del Mundial (un empate ante Paraguay y una victoria frente a Chile). “Creo que es la mejor generación del fútbol marroquí, hay muchos jugadores en ligas importantísimas”, argumenta. Conoce bien al seleccionador, Walid Regragui, al que se enfrentó en el pasado. De él destaca que “defensivamente es muy bueno, y luego arriba deja libertad”. Sobre la estrella, no tiene dudas, el atacante del Chelsea Hakim Ziyech, autor del 1-0 ante Canadá. Pero también ve carencias y debilidades que España puede explotar. “Atrás son lentos, sobre todo el capitán, Romain Saiss, y luego los laterales Achraf y Mazraoui suelen subir y dejar espacios a su espalda”. Imagina el partido así: “Marruecos va a esperar atrás con un 4-1-4-1 y En Nesyri intentando presionar la salida de balón. Si España intenta pasar por dentro va a sufrir. Tiene que intentar abrirse a las bandas”.
El cántabro Viadero, que dirigió al Atlético Tetuán en 2019, elogia su solidez. “Marruecos no se va a desarmar. Va a esperar el momento para morder el hueso. España es favorita, aunque es menos experta que en otras ocasiones. La clave es si ha aprendido de lo sucedido contra Japón, porque el guion puede ser parecido”.
El tarraconense Carlos Alós es un trotamundos del fútbol. Actualmente, dirige a la selección de Ruanda, pero ha entrenado en Hong Kong, Polonia, Chipre, Qatar o Kazajistán. Una buena temporada en ese último país llamó la atención del FAR Rabat. Y allí que se fue en 2019. Fue vecino de Regragui, con el que tuvo trato. “Es un entrenador muy estricto. Sus equipos tienen siempre mucho orden. No cuenta con tanta calidad como los españoles, pero lo suplen con disciplina táctica y físico. Van a salir muy rápido a las contras y al espacio abierto”.
Remarca dos cualidades: la capacidad de castigar las pérdidas del rival y su seriedad defensiva cuando se adelanta —solo ha recibido un gol—. “Cuando haya pérdidas, las transiciones de Marruecos van a ser rapidísimas, y nos pueden hacer mucho daño. En ataque posicional no nos van a crear muchos problemas, pero si marcan primero va a ser muy difícil abrir su defensa”, vaticina.
“Se dejan el alma”
El buen desempeño marroquí tampoco ha sorprendido en el Real Valladolid, donde juega Jawal El-Yamiq, central que ha tenido minutos desde el banquillo en dos de los choques del Mundial, pero también el veterano defensa Zou Feddal y el centrocampista Anuar Tuhami. Este se encontraba en la lista previa de Regragui hasta que sufrió una lesión que lo dejó fuera. “Para mucha gente es sorprendente, pero sabía que serían duros. Tienen jugadores de muy alto nivel, algunos habían pasado desapercibidos”, explica.
Anuar alaba el repliegue y su forma de defender. “Se dejan el alma cuando pierden un balón”, apunta. El canterano del Pucela cree que esa contundencia por el centro puede dificultar las combinaciones españolas entre líneas, y si roban rápido pueden hacer daño a la espalda con Ziyech, Achraf o En-Nesiry. En cambio, los de Luis Enrique tienen a su favor la baza de la posesión. “Si mueven el balón de lado a lado, se les hará el partido largo y pueden desesperarse. Marruecos intentará ensuciar el juego y salir a la contra”, prevé Anuar, que valora la unidad del grupo en torno al entrenador tras la zozobra de tiempos pasados: “Hay mucho sentimiento de país y muchas ganas”.
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