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Mundial de Fútbol
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un Mundial para reivindicar

Este Mundial, aparte de las cosas habituales, está repleto de otras tantas, muchas no tan buenas. El torneo no va a dejar indiferente a nadie para bien y para mal

Mario Ferri, conocido por haber irrumpido en otros partidos, entra el campo durante el Portugal - Uruguay con la bandera de la paz italiana y una camiseta en la que podía leerse “Save Ukraine” (salven Ucrania) y “Respect for the iranian woman” (Respeto por las mujeres iraníes).
Mario Ferri, conocido por haber irrumpido en otros partidos, entra el campo durante el Portugal - Uruguay con la bandera de la paz italiana y una camiseta en la que podía leerse “Save Ukraine” (salven Ucrania) y “Respect for the iranian woman” (Respeto por las mujeres iraníes).Abbie Parr (AP)

Estamos en el ecuador de la Copa del Mundo y lo que llevamos de campeonato ha dado mucho de sí en todos los sentidos.

A nivel extradeportivo no me gusta lo que este Mundial destila. Un evento deportivo que se ha convertido en un evento reivindicativo. Día tras día queda reflejado que no era el lugar más apropiado para celebrar un Mundial con todo lo que ello representa. Una vez más se demuestra que el fútbol trasciende al deporte y se aprovecha para lanzar reivindicaciones sociales. Los grandes eventos no sólo sirven para que una selección salga ganadora, también se trata de transmitir todos los valores ejemplares que el deporte representa, y resulta que nos llevamos nuestro mejor escaparate a Qatar, donde no se respetan un buen puñado de derechos humanos. Estamos viendo cómo selecciones que habitualmente portan el brazalete con el lema One Love en cualquiera de sus partidos llegan aquí y están obligadas a quitárselo si no quieren ser sancionadas, y todo con la complicidad de FIFA. Puedo asegurar que ser capitana es un orgullo, por eso debe ser, como mínimo, incómodo no poder identificarte cien por cien con un símbolo tan especial. No paro de ver cosas inadmisibles, que me producen rabia. Ha sido una elección bastante desacertada.

Del brazalete al aficionado. Como futbolista me gusta sentir a mi gente en la grada, involucrándose igual que quienes estamos dentro. Mirar a la grada y reconocer a tu familia, tus amigos o seguidores, que se dejan la voz para darte fuerzas en un despeje, un sprint o una entrada decisiva. Al acabar el partido, sea cual sea el resultado, equipo y afición se unen para celebrar o llorar. En este caso han sido muy pocos los atrevidos o afortunados que han podido viajar. Vemos que la mayoría de los fans son locales que se identifican con alguna selección, incluso hemos comprobado cómo los aficionados se iban del estadio al descanso o mucho antes del final por falta de interés. Será algo cultural porque hacen lo mismo en el cine.

En lo deportivo, es habitual que haya sorpresas en la fase de grupos. Australia es la cara de una moneda en la que México ha puesto la cruz, tal y como vimos la manera por la que pasó Polonia: dejando a México fuera por un gol de diferencia. A veces poco importa el nombre de la selección ni la posición que ocupen en el ranking FIFA. Todas se juegan la vida en un Mundial, las humildes por dar la sorpresa, las potentes por evitar el fracaso. Asimilar las derrotas es parte del juego, aunque no guste y sea duro. Siempre hay una nueva oportunidad de entrenar y volver a jugar para mejorar tu versión. Peor son las lesiones que te dejan fuera del Mundial. Para eso los jugadores no estamos preparados. Es el caso de futbolistas como Benzema, Mané o más recientemente Neymar, quienes además de jugadorazos son piezas clave en sus equipos también a nivel mental. Son figuras en las que todo el mundo confía, independientemente del partido que estén haciendo, y pueden marcar la mentalidad de un equipo en el campo. En el momento que una pieza tan importante se cae, el equipo se desestabiliza, incluso pudiendo crear un vacío que tarde días en reconstruirse. Normalmente hay que cambiar matices del plan de partido, y readaptar el juego a los nuevos futbolistas y sus características.

Cada persona recuerda los Mundiales por algo especial: un gol, una jugada, un partido, una eliminatoria, algo que ocurre fuera del campo, etc. Este Mundial, aparte de las cosas habituales, está repleto de otras tantas, muchas no tan buenas. Lo que está claro es que este Mundial no va a dejar indiferente a nadie para bien y para mal.

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