Costa Rica, la selección que medita y lee libros de neurociencia

Costa Rica se ha engrasado antes del debut contra España (17.00, Movistar y La 1) en el modesto estadio de Al-Ahli, a media hora a pie del antiguo aeropuerto de Doha. Allí los ticos han calentado los músculos, y también el cerebro con la ayuda de un psicólogo que les habla de neurociencia (estudio del sistema nervioso), les recomienda libros sobre esta disciplina y les enseña a meditar. “Yo no soy un coach ni les doy charlas de motivación. Eso sirve de muy poco”, aclara nada más empezar a hablar Felipe Camacho, un colombiano de verbo fácil que lleva mucho tiempo acompañando a su compatriota Luis Fernando Suárez, seleccionador de Costa Rica desde junio de 2021. “Nosotros les enseñamos cómo funciona el cerebro. Y eso exige repetición, tiempo y paciencia. Crear hábitos. Esto no es magia, sino ensayo y error”, puntualiza.

En cada sesión, por la pista de atletismo que rodea el terreno de juego, sale él junto al cuerpo técnico y los fisios. No es habitual en el fútbol que un psicólogo baje todos los días al césped, y comparta espacio y tarea a pie de obra con el resto del equipo. “Al principio, estoy 15 o 20 minutos fijos y mi trabajo lo mezclo con el de los fisios. Ese momento de entrada en calor lleva incorporada una parte cognitiva: velocidad de reacción, toma de decisiones, concentración, memoria, manejo de la ansiedad… Y siempre con balón”, explica Felipe Camacho.

Después, por las tardes, en el hotel DusitD2 Salwa, cuatro kilómetros más al norte de la ciudad, a menudo tocan lo que el psicólogo de la selección tica llama “charlas educativas”, media hora o 45 minutos divididos en tres partes. “Primero desarrollo un tema; por ejemplo, el sueño y el rendimiento deportivo. Luego viene la evidencia científica y les muestro los estudios que hay sobre ese asunto. Y, por último, la evidencia anecdótica, los deportistas de élite que hacen todo esto. Eso me ayuda a ganármelos”, explica convencido de su método. Un discurso ante la plantilla que siempre termina con “bibliografía recomendada” sobre cada cuestión; nada obligatorio, advierte Camacho que, además de estas sesiones de grupo, atiende las cuestiones más personales que cada uno pueda tener.

“Resulta que a la semana me mandan una foto por WhatsApp de un libro de neurociencia que se han comprado. Nosotros hemos estado en muchos equipos y estamos impresionados porque es la primera vez que tantos jugadores nos piden libros. No es lo común que un futbolista lea, y aquí 10 o 12 lo hacen. En cada concentración les tengo que llevar varios ejemplares y ellos me los pagan. Y yo también les encargo a los que viven en el extranjero”, apunta el psicólogo de Costa Rica. Una valoración compartida por los responsables del cuerpo técnico. “Camacho tiene una manía con los libros, que quiere que todo el mundo lea. En todos los clubes ha tratado de implementar eso, pero nunca le han pedido tantos como aquí”, comenta Luis Fernando Suárez. “Son muy cultos, les gusta estudiar”, remata su segundo, John Jairo Bodmar.

‘Software’ debajo de los colchones

Otro de sus objetivos desde que llegó a la selección hace un año y medio fue persuadirles de las bondades de la meditación antes de irse a dormir. En el camino al Mundial, los ha reunido en los salones de los hoteles, los ha tumbado en el suelo y les ha enseñado cómo hacerlo. “Hay que educarlos”, advierte. “Les mostré los últimos hallazgos científicos sobre la meditación, cómo cambia el cerebro, disminuye el estrés y mejora el sueño”, señala. En su búsqueda de la calidad del descanso, el psicólogo de Costa Rica también ha instalado un software debajo de los colchones para medir las horas de sueño, cuántas veces se mueven o se levantan.

Los dispositivos tecnológicos son habituales dentro de la neurociencia. Si por la mañana en el campo utiliza la pelota, por la tarde en el hotel echa mano de aparatos para hacer entrenamiento sensorial. “Ahora se trabaja mucho la vista porque es el sentido al que más caso le hace el cerebro. Nosotros, entre otros, tenemos un instrumento con luces para medir la velocidad de reacción y la toma de decisiones”, desarrolla Felipe Camacho, que apunta a Keylor Navas como uno de los jugadores más entregados a esta corriente. “Incluso antes de partidos importantes con su equipo, me escribe y me pide hacer un poquito de meditación o me pregunta cómo puede visualizar algunas situaciones”, revela el psicólogo, que sigue los partidos desde el palco.

La llegada de la neurociencia al fútbol ya se conocía. Hace unos meses, tras la agónica tanda de penaltis (11-10) que le dio al Liverpool el título de la Carabao Cup ante el Chelsea, Jürgen Klopp ayudó a difundirla al confesar que se habían apoyado en una empresa de esta disciplina para elegir a los lanzadores. Costa Rica, sin embargo, va un paso más allá: los jugadores también leen libros de neurociencia. “Pero bueno, ya sabemos cómo funciona el tema: si pierdes, nadie habla de esto”, zanja Camacho.

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